Al rescate de las almadrabas
Actualizado:EL sector almadrabero de la provincia de Cádiz, uno de los más prósperos y tradicionales, se ve abocado a una crisis sin precedentes tras el acuerdo de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), que decidió recortar un 40% la cuota de pesca del atún rojo.
Si bien es obvia la necesidad de proteger las especies y asegurarse la sostenibilidad de las pesquerías, no lo es menos que en este caso ha tocado pagar a justos por pecadores: frente a prácticas claramente esquilmadoras de flotas de otros países o de otras zonas de España, las almadrabas gaditanas no son predadoras sino, por el contrario, modélicas desde el punto de vista conservacionista. Como se sabe, se trata de un arte de pesca selectivo, que sólo captura a los grandes túnidos que acuden al Mediterráneo a desovar. Frente a ellas, la flota cerquera industrial, guiada por tecnología GPS, arrasa bancos enteros de estos peces sin discriminar tallas, en una cuantía muy superior a la del copo de la almadraba y en un tiempo récord.
El fuerte recorte impuesto en la reunión de Recife (Brasil) amenaza con dejar al sector en la provincia en la mitad de su dimensión actual, pues sólo se plantarían dos de las cuatro almadrabas, con un impacto estimado en 200 empleos.
La única esperanza se cifra ahora en la gestión que la consejera de Agricultura, Clara Aguilera, ha comprometido con los almadraberos ante el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino. De una parte, le pedirá que gestione ante la Unión Europea ayudas urgentes para la flota afectada que, hasta ahora, nunca había percibido subsidios. La consejera entregó al comisario de Pesca, en su infructuosa reunión del pasado día 5 en Bruselas, un informe con los diversos horizontes del sector si, como se preveía, no se podía evitar el recorte de capturas. De otra, Aguilera reclamará a la ministra que a la hora de repartir la cuota asignada se priorice la supervivencia "y la rentabilidad" de la tradicional pesquería gaditana, en base a que es ésta su única actividad posible y a su carácter selectivo.
Es alta la responsabilidad de las administraciones en este momento. Sería muy grave que la provincia perdiera un arte de pesca milenario, imbricado en su cultura y su historia, pero también lo sería que en esta batalla pierdan los más justos.