Por mis 487 vecinas
Actualizado:Tenemos entre nosotros a 487 vecinas que no han tenido más remedio que acudir a la Casa de la Mujer a pedir ayuda. Son víctimas de maridos, novios, compañeros o como quieran llamarse (yo prefiero decirles verdugos) que no las dejan vivir en paz y desarrollarse como personas, que es a lo que todos los seres humanos aspiramos.
Las cifras vuelven a dejar en evidencia una de las mayores vergüenzas de la sociedad y, encima, aumentan de nuevo con respecto a los primeros diez meses del año pasado. También han crecido las solicitudes de teleasistencia móvil o la necesidad de recoger a más mujeres con sus hijos en alojamientos de emergencia o en la casa de acogida porque sufren violencia en casa.
Aunque estas cifras se veían venir (el anterior balance ya las intuía), vuelvo a apretar los labios al leerlas. Hoy me ha dado por pensar qué sería de estas 487 vecinas, madres, hermanas y esposas y amigas si no existieran en Jerez estos recursos. Y he dejado de fruncir el ceño y apretar los labios porque, a pesar de estar sufriendo algo de unas dimensiones que soy incapaz de imaginar, tienen unas profesionales especializadas a las que contarles su problema y gracias a las que podrán abandonar esa subsistencia como maltratadas para empezar a una vida como mujeres libres e independientes.
Sé que este departamento municipal funciona muy bien. Sé que son muchas las mujeres que están agradecidas por haber obtenido allí el respaldo suficiente para decir basta y sé que, a tenor de estas frías cifras, es más que necesario que se mantenga y se refuerce este servicio a los ciudadanos porque para dispositivos como éste sí que merece la pena pagar impuestos. Siento que son 487 vecinas a las que estoy ayudando y apoyando aunque no las conozca.