
Sigue la espera en los días cruciales en el secuestro del 'Alakrana'
El Gobierno insiste en mantener la calma mientras llega la liberación
ENVIADO ESPECIAL. VICTORIA Actualizado: GuardarLos piratas han interrumpido la comunicación y por tercera jornada consecutiva no respondieron ayer al teléfono a este periódico, mientras transcurren los días cruciales para comprender si puede fructificar en breve una liberación del Alakrana y sus 36 tripulantes, secuestrados el pasado 2 de octubre. El denominado portavoz de los piratas, llamado Jama, que también es traductor y negociador del grupo por su dominio del inglés, anunció el jueves en conversación telefónica que «si todo va bien, liberaremos al Alakrana en dos o tres días». Se refería a la posibilidad de un acuerdo que, en principio, podía cerrarse el viernes entre el embajador español en Nairobi, Nicolás Martín Cinto, y un mediador de confianza de los piratas. Fuentes próximas a la negociación confirmaron que, en efecto, ese día había expectación por que se concretara algo positivo en el proceso.
Desde el Gobierno se había adoptado un giro de cauteloso optimismo por una nueva vía diplomática, que correspondería al cuadro presentado por los piratas, aunque fuentes oficiales no quisieron comentar la información. El propio presidente del Ejecutivo se aventuró a decir que la negociación estaba «encauzada». El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, insistió ayer en esta línea al pedir «tranquilidad» y reiterar que se hacen «todos los esfuerzos políticos y diplomáticos necesarios» para encontrar una solución «lo más rápidamente posible».
Desde el viernes, fecha en la que parecía factible el acuerdo, han pasado tres días. Los piratas guardan silencio. No establecieron ayer contacto con los negociadores, según corroboraron las mismas fuentes cercanas a las conversaciones. La espera es tensa porque se debe aclarar definitivamente si los pactos y la vía explorada han prosperado, se está simplemente retrasando o hay algún obstáculo. Según aseguró el portavoz de la banda de secuestradores, el acuerdo preveía que el Gobierno garantizaría la repatriación de los dos piratas detenidos.