Del Bosque advierte del peligro ante la euforia
Conformismo, temor al juego duro, toque sin profundidad y mala defensa a balón parado, aspectos mejorables de una España que recupera el liderato del escalafón mundial
COLPISA. MADRIDActualizado:El ambiente de euforia en torno a la selección, todavía más desbordante tras la victoria frente a Argentina que permite a España recuperar el primer lugar del escalafón mundial perdido tras la Copa Confederaciones, inquieta, sin embargo, a Vicente del Bosque. Obligado a no conformarse, a buscar siempre algo más, el técnico observa algunos riesgos en el horizonte. «Mostramos un extraño espíritu de conservación», afirmó el seleccionador, sin ambages, al término del partido. «Tenemos buenos principios pero el toque siempre debe servir para intentar hacer daño al rival», advirtió después de que Maradona aventurase que este mismo partido hubiera acabado en empate durante la Copa del Mundo.
Del Bosque jamás criticará a sus jugadores en público pero hay que leer sus mensajes entre líneas y las reprocha cierto conformismo. No le gusta que con 1-0 la selección dé un pasito para atrás y se limite a controlar el balón en zonas de poco riesgo; y mucho menos aún le agrada que los jugadores puedan arrugarse en caso de dureza. El propio Iniesta reconoció que convenía jugar con espejos retrovisores para ver venir a los argentinos y saltar a tiempo. Lógico al tratarse de un amistoso con toda la temporada por delante, pero en un Mundial no vale asustarse.
También sabe el técnico que la selección sufre lo indecible a la hora de defender los balones aéreos, un aspecto muy mejorable y básico en la alta competición. Aunque todos los zagueros, incluidos ambos laterales, van bien por arriba, es el inconveniente que tiene actuar con un equipo plagado de futbolistas dotados de exquisita técnica pero escasa corpulencia. En la combinación resultan letales, pero son débiles al contrarrestar la estrategia del rival.
La labor de los árbitros, jamás enjuiciada por Del Bosque, también inquieta. Es evidente que adversarios con tanto oficio como Argentina o Italia sembrarán un campo de minas si se miden a España en Suráfrica y que la actuación de los jueces a la hora de cortar el juego duro resultará determinante. Aunque es de suponer que los campeones de Europa serán respetados por este estamento. En el recuerdo están el egipcio Al Ghandour en el choque ante Corea (2002) o aquel codazo de Tasotti a Luis Enrique que quedó impune en Estados Unidos'94.
Cesc, lujo en el banquillo
Cesc aguanta en el banquillo pero puede ser otro foco peligroso. Es una víctima de la superpoblación de grandes jugadores en el centro del campo, pero resulta difícil saber que uno es quizá el mejor jugador de la Premier y suplente en su selección incluso el día en que no está Fernando Torres. Del Bosque le tiene en gran estima pero Xabi Alonso, Xavi, Iniesta y Silva, además de un medio de cierre que puede ser Senna o Busquets, están por delante. El técnico intentará hacerle ver que será un tipo muy importante y con muchos minutos en el Mundial pese a no ser titular.
El choque ante Argentina confirmó que Del Bosque es fiel al modelo de Guardiola en el Barça. Al principio empleó dos delanteros pero ahora prefiere ese 4-3-3.
A Del Bosque se le avecina un bendito problema. Ha ido probando jugadores y ha abierto el abanico de seleccionables de tal modo que tendrá que hacer descartes dolorosos para confeccionar la lista de 23 y puede equivocarse en la elección. Ante Argentina fueron este número y faltaron los Senna, Torres, Riera, Llorente e incluso Monreal. Con la incorporación de Navas, un extremo específico, ya son 12 los debutantes en su etapa.