Los amarillos juegan 'de libro'

Cada maestrillo... pues ya se sabe. Dice el refrán que tiene su librillo. Ángel Oliva cuenta con el suyo propio y lo lleva a rajatabla. Y no esconde mucho misterio. Constancia, tenacidad, ambición... Correr y estar despierto, en definitiva. Pilares fundamentales de este deporte rey.

El ejemplo práctico se vio ayer ante el Ayamonte. El Cádiz B se sintió cómodo en el campo porque desde el primer momento salió con la lección aprendida. Empezó mordiendo desde el pitido inicial, no se relajó en la retaguardia y manejó el juego en el centro del campo con orden, criterio y mucha disciplina. Samu y Mejías se desfondaron y dieron mucha libertad a Caballero, que se dedicó a crear, lo que mejor se le da.

Los onubenses, por contra, apenas mostraron los argumentos de un buen bloque de la categoría, aprovechado de la bajada de nivel que se ha producido por efecto de la crisis económica. Líneas muy juntitas, experiencia en la columna vertebral y fuerza más que clase arriba. Por eso ayer, cuando se vio que el filial amarillo le jugaba a la pelota, no supo que hacer y se quedó bloqueado la mayor parte de los minutos.

Eso sumado a que la defensa, una de sus principales bazas, cometió demasiados errores no forzados, fue suficiente bagaje para que se fuera de vuelta derrotado.

En el minuto 17 llegó el único tanto del partido. Bienve recupera el esférico en la línea de tres cuartos, lo pasa al frente con criterio y los dos centrales se lo comen, dejando en ventaja a Javi Catalán, que resuelve al palo corto del cancerbero Nacho.

Un minuto después, idéntica jugada, pero esta vez con Mejías como protagonista del pase. Catalán (está creciendo mucho el extremo diestro) la estrella en las manos del portero.

Jorge, de los mejores

Fue el único pero que se le pudo poner ayer al equipo. Porque disfrutó de varias acciones de uno contra uno (Amarilla y Bienve tuvieron dos más) que le posibilitaron haber matado el partido para llegar más tranquilo al final.

Medallas también para los zagueros. Germán sigue con la regularidad que le caracteriza y especialmente activo estuvo Jorge, sustituto del sancionado Garrido. Jugó en el lateral izquierdo para dejarle el derecho a Pecci y cubrió con nota el expediente. Se le vio mucha hambre y, si sigue por esa senda, Oliva lo va a tener que sacar a golpes del titular. Él, como el conjunto, hizo los deberes y, si se mantiene, sacará el curso con nota.