¿A dónde van?

He tenido conocimiento a través de un informe de varias ONG que España ha pasado en 2008 a ser el sexto exportador de armas en el mundo, lo que implica el dudoso honor de haber ascendido tres puestos respecto del año 2007.

¿Sobre qué bases de regulación del comercio de armas está actuando nuestro Gobierno? ¿Qué tipos de armas se están exportando y a qué países? Todas estas preguntas deberíamos como ciudadanos de un Estado en el que el respeto por los derechos humanos ha de ser su máxima preocupación y, por tanto, también deberíamos estar muy vigilantes con el destino final de la exportación de armas, que en algunos casos acaban en países que no respetan los derechos humanos, cuando no en poder de terroristas. El Gobierno debe plantearse ejercer un control más estricto sobre los países destinatarios de las armas exportadas, evitando que puedan llegar a países inmersos en conflictos armados.