Armado de valor
El Puerto Actualizado: GuardarArmado de valor, pité. No pude evitarlo a pesar de que las consecuencias de tal acto eran impredecibles; desde bajarse del coche para agredirme, tirarme cualquier cosa por la ventanilla hasta. Y todo por recriminarles que tiraran papeles por la ventanilla del vehículo. Quizás, lo hice esperando, iluso de mi, un gesto de disculpa.
Semáforo en rojo. Coche azul eléctrico, de lunas tintadas, alerón vistoso, y 'tuneado' con pegatinas a más no poder. Se abre la ventanilla y unas manos dejan caer un pañuelo.
Tuve un acto pavloviano del cual no me arrepiento. Tras el pitido, la ventanilla del conductor descendió para sacar a relucir el dedo corazón que señalaba al cielo mientras las demás falanges se escondían de vergüenza. Tras aquella peseta de agradecimiento por la clase de civismo que sin cargo tuve para bien hacer, una cara asomó para acompañar al dedo. Una mujer, un tanto desaliñada, sacaba su pérfida lengua humedeciéndose los labios en circulares movimientos lascivos.
Tras la fémina silueta, el copiloto, desaliñado para ir a juego con su compañera, usaba su dedo índice a modo de cuchillo paseándolo por el cuello mientras sus ojos ensangrentados me miraban sedientos. ¡Menudo corto!, pensé. Comedia-terror-xxx-bélico-suspense. todo en uno. Duración estimada: tres minutos.
Tengo dudas sobre si volveré a pitar o no porque, entre otras razones, me gusta mi cuello tal y como está, los ojos morados sólo le quedan bien a algunos canes y los labios inflamados o los dientes partidos afean el semblante.