Un burdel a pie de carretera
Aumentan las prostitutas en Valdelagrana y los vecinos piden que la nueva ordenanza que ultima el Ayuntamiento de El Puerto prohíba la práctica de sexo en la vía pública
EL PUERTO Actualizado: GuardarEl Puerto se consolida como punto de reclamo de prostitución callejera en la Bahía. El número de mujeres -en su mayoría extranjeras-, está aumentando. Los vecinos de Valdelagrana se han constituido en una plataforma y no confían demasiado en la efectividad de las medidas previstas por el Ayuntamiento, como la nueva ordenanza de convivencia o el vallado del pinar del Cuvillo. Piden que se prohíba la práctica de sexo en la vía pública.
Entre 50 y 60 mujeres se prostituyen actualmente en las inmediaciones del estadio José del Cuvillo y el pinar de Valdelagrana. Durante el día, del orden de la decena se aposentan en la acera del estadio. Y de noche, las demás. Los residentes de las casas de la avenida de Las Galeras aseguran que la situación está «degenerando» y que cada vez hay más chicas. Fuentes de la Cruz Roja corroboran que ahora hay más prostitutas que en verano y que sus nacionalidades son principalmente rumanas y centroafricanas. Los vecinos se quejan de que han de presenciar escenas sexuales en pleno día, del perjuicio a los menores, de la suciedad del pinar y de la mala imagen que produce la prostitución. Manuel González, integrante de la nueva plataforma, denuncia que «el Ayuntamiento no está haciendo nada y la asociación de vecinos de Valdelagrana no se implica».
Los afectados vinculan el inicio de movilizaciones a que el Consistorio convoque la Mesa de la Prostitución, cuya última reunión fue en junio. Entonces, todos los integrantes, a excepción de Pro Derechos Humanos, pidieron que la nueva ordenanza municipal de convivencia contemple la prohibición de prácticas sexuales en la vía pública, sean o no remuneradas.
El borrador de este documento aún se encuentra en periodo de supervisión legal, y los afectados quieren que también incluya sanciones tanto para las prostitutas como para los que demandan sus servicios.
Perseguir el proxenetismo
En este sentido, la sección local del Partido Andalucista ha propuesto que, además de las multas, se preste ayuda e información a las mujeres que deseen abandonar la prostitución. A la sazón, piden un plan local que aborde de forma integral el problema persiguiendo el proxenetismo y la explotación sexual. Un sondeo de opinión entre los vecinos de Valdelagrana arroja grandes dosis de excepticismo acerca de la efectividad de la futura ordenanza. La opinión general es que la regulación «no servirá para nada». Mientras, agradecen la presencia de la Policía Nacional y la Local, aunque son conscientes de que su margen de maniobra es muy restringido y sólo son una medida disuasoria.
Testigos obligados
«Dan muy mala imagen, a plena luz del día. Además de la ausencia de higiene que padecen». Elvira asegura que «cada vez son más chicas y más jóvenes. Yo vivo enfrente del Cuvillo y al cruzar la pasarela, llegas justo donde están ellas. Y no me quejo por ellas, sino porque los hombres que pasan piensan que también te dedicas a la vida alegre». Para esta vecina, el vallado del pinar es una solución relativa y asegura que «muchas se van en los coches hacia el Tiro Pichón y después los clientes las llevan de vuelta». Según Marga, «es posible que con el vallado disminuya el problema, pero realmente lo trasladará a otro sitio y estaremos en las mismas. Si estuvieran en un local, al menos tendrían más seguridad e higiene. Pero ellas no tienen culpa, son unas pobres criaturas. No están en el centro. Los que vienen es expresamente para buscarlas».