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Vueltecita gaditana en Google Maps
El buscador ha publicado las imágenes de Cádiz que permiten un paseo de 360 grados por toda la provincia
CÁDIZ Actualizado: GuardarDice un usuario que si uno se pone un ventilador en la pantalla, puede sentir hasta el Levante. No es para tanto, aunque Google ha revolucionado la clásica vueltecita gaditana con su servicio Google Street View, el giro de tuerca de Google Maps que permite al usuario instalarse en las ciudades de la provincia y mirar a un lado y a otro como si estuviera allí.
En la Alameda, el Campo del Sur, la Catedral y hasta en el último callejón de la Bahía, Jerez y la Sierra. Google ha grabado toda la provincia con fotografías superpuestas que crean una sensación envolvente. Y esto no es el tópico de un anuncio de coches, sino que el sistema incorpora herramientas que dejan al paseante virtual mirar arriba, abajo, a derecha e izquierda y moverse en todas las direcciones. Esto se puede hacer clicando en la pantalla en el lugar de la imagen desde donde se desea mirar.
El público de la herramienta es enorme. Curiosos merodeadores de la web desde la otra punta del planeta, turistas, gentes que buscan su camino y los miles de integrantes de la diáspora de gaditanos en el mundo. Para los que no sepan por dónde andan, el sistema no deja dudas al respecto: los nombres de las calles están sobreimpresos, dispone de brújula, zoom y un cuadro en el que aparece el clásico callejero con las coordenadas de la persona y la dirección en la que está mirando. Por supuesto, incorpora todo el engranaje publicitario de búsquedas de establecimientos de Google. Además, deja la puerta abierta a la comunidad turística. Los internautas pueden colgar sus fotos tomadas desde cada lugar y consultar las fotos de los demás.
Google Street View comenzó a funcionar en algunas ciudades estadounidenses en 2007. Las primeras ciudades españolas en aparecer fueron grandes urbes como Madrid, Barcelona o Valencia y en estos días se han incorporado el resto de ciudades. El coche de Google que toma las imágenes pasó una temporada en la provincia en febrero, coronado con una curiosa cámara.
Privacidad
Todo, hasta la tecnología, tiene su lado oscuro. En este caso, el talón de Aquiles es la privacidad, pues las imágenes de la calle incluyen quién estuviera en ese momento ante la cámara. Los que no quieran figurar pueden enviar un correo electrónico para que les difuminen la cara como se ha hecho con las matrículas de los coches. Problema similar plantean las tomas de centros sensibles como los penitenciarios o la perspectiva de la cámara que trasciende la altura de ciertos muros.
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