Vicepresidente cazurro

El vicepresidente del Barça Xavier Sala i Martín en recientes declaraciones que han recalado en diversos medios informativos, al tildar a los españoles de cazurros lo único que patentizó fue calificarse a sí mismo. Eso sí, extraído de su cosecha particular. Aunque le pese, él es un español más y no estamos descubriendo nada nuevo: cuestión de indignación y vergüenza ajena. Buena dosis de masoquismo le debe acompañar a este buen señor. No están reñidos los términos nacionalismo y catalanismo con el concepto de españolidad. Sala i Martín desborda para mal, a la vez que deshonra, la emergente ebullición sobre el catalanismo eclosionado a mediados del siglo XIX y apoyada en la renaixença. Pero si el español por naturaleza es abierto y sociable, ¿ a quién va dirigido, sino a él mismo el calificativo de «cazurro»? Gran abismo el existente entre la burda filosofía manifiesta con los sentimientos identitarios de tantos y tantos catalanes de ámbito nacionalista que se reconocen como lo que son: españoles. Por citar personajes de actualidad y de marcado protagonismo político y social, ahí tenemos los ejemplos de Jordi Pujol, Ignaci Guardians, etc. Desde Andalucía, también somos muchos los que pensamos de idéntica manera y es muy respetable y lógico. El Barça es mucho club catalán, español y universal para tan nimio y enclaustrado vicepresidente. Sr. Xavier Sala i Martín, buena parte de al afición le invita a emprender la sortida al carrer.