Bush reaparece para arrepentirse del rescate bancario que tuvo que acometer
NUEVA YORK Actualizado: GuardarGeorge W. Bush rompió ayer en Dallas uno de los períodos de silencio más prolongados de un presidente saliente en EE UU con una intervención pública en la Southern Methodist University donde habló de los objetivos de la nueva biblioteca y el museo dedicados a su persona. Entre frase y frase, esbozó algunas opiniones sobre la situación del país desde el cambio de Gobierno, si bien evitó en todo momento que sus palabras sonaran especialmente críticas hacia la actual mandatario.
No mencionó expresamente a Obama, pero siempre que pudo mezcló los planes de su propio futuro al frente de esta institución con algún guiño a la alta política. Como cuando pidió «menos gobierno» en Washington, una referencia indirecta al incremento del déficit público que han supuesto algunas de las medidas más importantes de la Administración demócrata. En líneas generales, Bush se centró en aquellos temas que más popularidad le generaron y no mencionó para nada Irak, Afganistán, el 'Katrina', Al-Qaida o el 11-S.
Medida necesaria
En la única referencia a uno de los momentos más delicados de su presidencia, dio a entender que el plan de rescate bancario que aprobó su Gobierno por valor de 700.000 millones de dólares (unos 470.000 millones de euros) iba en contra de sus principios. El ex mandatario matizó que la medida fue necesaria para evitar un mayor colapso de la economía a nivel global. «Creo en el poder de la libre empresa, lo que hizo que la decisión que adopté para afrontar la crisis el pasado otoño fuera la más difícil de mi presidencia», aseguró. «Actué en contra de mis instintos sobre el libre mercado».
Luego, el ex presidente republicano advirtió de los peligros de una ampliación de las atribuciones del Gobierno federal, algo que los propios miembros de su partido le criticaron en su día. «Mientras se produce la recuperación mundial, podríamos estar tentados a sustituir el modelo del riesgo y la recompensa del sector privado con la ineficaz herramienta de aumentar el gasto público y el control gurbernamental».