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Brown se lleva una alegría en Escocia
Arenga a los laboristas tras apuntarse un cómodo triunfo en unos comicios parciales en Glasgow
LONDRES Actualizado: GuardarLa cómoda victoria del Partido Laborista en una circunscripción escocesa, con el 59,39% de los votos, procura cierto alivio al primer ministro británico, Gordon Brown, quién utilizó los resultados para acallar el derrotismo e insuflar ánimos en una formación cada vez más abatida en vistas a las próximas elecciones generales. No obstante, extrapolar los resultados a escala nacional es engañoso puesto que el enemigo a batir de los laboristas en Escocia no es el Partido Conservador, sino el Partido Nacional Escocés (SNP en sus siglas en inglés).
La circunscripción de Glasgow noreste ya estaba en manos de un laborista, el ex presidente de la Cámara de los Comunes Michael Martin, pero las críticas hacia su gestión del escándalo de los gastos de los diputados acabaron forzándole a dimitir en junio. En consecuencia, Glasgow noreste se quedó sin representante en el Parlamento y de ahí la necesidad de convocar estas elecciones parciales celebradas el jueves para encontrar un sustituto. Los resultados conocidos ayer otorgaron 12.231 votos al candidato laborista, Willie Bain, 8.111 más que los obtenidos por el segundo contendiente, del SNP. Sin embargo, la desafección de los electores hacia la clase política a raíz del escándalo de los gastos se tradujo por una parte en el récord de baja participación, del 32,97%, (la menor jamás registrada en unas elecciones parciales en Escocia). Y por la otra, para gran temor de los grandes partidos, en un aumento de los votos hacia el xenófobo Partido Nacional Británico, quién con el 4,92% fue la cuarta fuerza más votada, inmediatamente por detrás del Partido Conservador. En realidad no obtuvo muchos sufragios más que en las anteriores generales de 2005, 1.013 votos frente a los 920 de entonces, pero se confirman así las predicciones de algunos analistas políticos de que el desencanto que siente parte de la población hacia las formaciones mayoritarias beneficiará a los grupos minoritarios.
Mejor campaña
Escarmentados por la derrota que sufrieron frente al SNP en unas anteriores elecciones parciales celebradas en 2008 en el mismo Glasgow pero en la zona este, los laboristas en esta ocasión organizaron mejor su campaña atacando la gestión del SNP, quién gobierna en minoría en Escocia. En especial explotaron el hecho de que la Administración nacionalista cancelase el proyecto ferroviario que debía conectar la ciudad con el aeropuerto y que hubiese creado un significativo número de empleos en la circunscripción escocesa donde hay una mayor tasa de desempleo.
En los últimos años, y particularmente tras la victoria que los llevó al poder en Edimburgo en 2007, los nacionalistas han ganado terreno en Escocia, tradicionalmente considerada como un feudo laborista y en donde los 'tories' gozan de poco aprecio (de 59 diputados tan sólo uno pertenece al Partido Conservador).