El comité se levanta de la mesa y acusa a Vicasa de «jugar a la provocación»

Faltan sólo dos días para que se agote el plazo de un mes que la Junta de Andalucía dio a la dirección de Saint Gobain-Vicasa y el comité de empresa para pactar las condiciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), pero el acuerdo parece ahora mucho más lejos que nunca después de que ayer, tras muchas horas de negociación, los representantes de los trabajadores se levantaran de la mesa de diálogo.

«Están jugando a la provocación, y por su actitud no parece que estén muy dispuestos a negociar», acusó ayer el presidente del comité de empresa, Antonio Alba, que lamentó que los encargados de defender las tesis de la multinacional «no se estén tomando en serio» las propuestas de los representantes de los trabajadores.

Alba fue más allá en sus críticas y además de calificar de «una vergüenza» lo ocurrido ayer, reprochó a los integrantes de la mesa de negociación «sus salidas de tono y la falta de respeto con la que están recibiendo las propuestas de los trabajadores».

Por estos motivos, y porque apenas hubo ayer avances concretos en el diálogo, el comité de empresa abandonó anoche las conversaciones y emplazó a la firma de vidrio a un nuevo encuentro hoy a las 9.00 en el Hotel AC. «Mañana (por hoy) se verá si realmente quieren llegar a un acuerdo o si lo que quieren es forzar la situación y que se rompa el diálogo para que sean otros los que tengan que decidir», apostilló Alba.

Más empleados en Jerez

Una de las escasas mejoras que los trabajadores lograron arrancar ayer a la dirección de Vicasa -antes de que las tensiones pusieran fin a todo un día de reuniones- fue el aumento del número de empleados que la multinacional está dispuesta a mantener en el centro logístico de Jerez. Según Alba, «el día anterior no pasaban de 32, y nosotros pedíamos 45. Pero hoy (por ayer), ya asumen 37 puestos, aunque nosotros queremos que se haga un esfuerzo más hasta 42».

También hubo acercamiento en lo relativo a las indemnizaciones que cobrarán los trabajadores que tengan que ser trasladados a otros centros de producción, ya que la empresa aumentó ayer su oferta de 180 euros mensuales durante siete años a 205 durante una década. Claro que la plantilla considera que sigue siendo insuficiente y pide que la cantidad sea mayor y el pago durante todo el tiempo que el trabajador esté fuera de Jerez.

Así, poco a poco, se dieron pasos que se quedaron en punto muerto cuando se sacó a colación el tema de las prejubilaciones y la empresa «no sólo no quiso escuchar nuestra contrapropuesta, sino que nos trató de forma bochornosa e inaceptable», dijo Alba.