Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Dolores Virués presenta la campaña. / DANIEL TELLO
LA ESTADÍSTICA

Las jóvenes menores de 21 años pierden el miedo a denunciar los malos tratos

Por primera vez crecen en las estadísticas de violencia de género de la provincia y constituyen ya el 7% de los casos

SILVIA TUBIO
CÁDIZActualizado:

Paula siempre fue buena estudiante hasta que comenzó 3º de la ESO y llegaron los primeros suspensos. Esta racha coincidía con la relación de pareja que mantenía con otro alumno repetidor de su curso. Además de acumular sus primeros cates, esta adolescente había abandonado sus aficiones y sus amistades por un novio que la engañaba a sus espaldas. Ella no lo quería reconocer, aunque sus amigas lo habían visto con sus propios ojos. Pese a su negativa, los celos que sentía hacia otras chicas crecían sin parar. Su pareja, en cambio, le respondía cada vez con mayor violencia, insultándola y menospreciándola. Paula no era consciente de que se había convertido en una víctima.

Esta historia aparece reflejada en un cuadernillo didáctico editado por el Instituto Andaluz de la Mujer y que va a ser difundido por los centros escolares para educar a los jóvenes en el amor sano.

«Demasiado silencio»

Los adolescentes son este año el centro de atención de la campaña que la Consejería de Igualdad desarrollará a partir del próximo 25 de noviembre, día internacional de la lucha contra la violencia hacia las mujeres, y que llevará como título genérico Andalucía cierra la puerta al maltrato. Y es que las denuncias formuladas por chicas menores de 21 años están creciendo por primera vez. Pese a que sigue habiendo «demasiado silencio», estas víctimas precoces comienzan a perderle miedo a denunciar.

En la provincia, las víctimas de violencia de género de este segmento de edad constituyen ya un 7% del total de denuncias, cuando antes apenas computaban en las estadísticas, indicaba ayer la directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Dolores Virués, quien realizaba un alegato «para erradicar de una vez por todas una educación machista que hace que se mantengan valores como la sumisión de la mujer hacia el hombre»; unos valores combatidos por generaciones anteriores de féminas y que se están instalando de nuevo entre las jóvenes. «Son chicas que asumen que su novio les prohíba ponerse falda».

El cuadernillo lleva por nombre Abre los ojos, el amor no es ciego. Y además de la historia de Paula se incluyen pautas dirigidas a los profesores para que detecten cuándo una alumna está sumida en una relación de riesgo y cómo formar también a los padres.

Además de dar a conocer el contenido de esta campaña, Virués hizo un repaso a la última estadística sobre violencia de género, perteneciente a 2008. A lo largo de ese ejercicio se formularon 29.102 denuncias por malos tratos en Andalucía, de las que 4.542 pertenecen a Cádiz. Esta cifra adquiere un mayor significado al compararse con la de hace seis años, cuando el Instituto computaba «unas mil anuales».

Otra de las tendencias que observan desde el Instituto «es que las mujeres inmigrantes cada vez denuncian más». De esas cuatro mil denuncias, más de un 30% fueron formuladas por mujeres extranjeras afincadas en Cádiz. Barreras idiomáticas, culturales y la falta de apoyo familiar son dificultades añadidas para estas mujeres que se enfrentan a un sistema judicial que desconocen.

Pese a las nuevas realidades que salen a la luz, el perfil genérico sigue siendo el mismo, «aunque el maltrato no entiende de posiciones sociales ni formación», insistía la directora del IAM. Este perfil responde al de una mujer casada, de entre 30 y 40 años, con dos hijos y estudios de nivel medio.