Sociedad

Jugar a especular

El gaditano Santiago de la Flor representa a Cádiz en una partida múltiple de Monopoly celebrada en Madrid

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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El único sitio donde está bien visto especular y comprar y vender propiedades a diestro y siniestro sigue siendo el tablero del preciado Monopoly, uno de los juegos de mesa que forman parte del imaginario colectivo de varias generaciones y que todavía cuenta con cientos de adeptos, algunos de los cuales se dieron cita ayer en Madrid para jugar una partida múltiple. En ella se enfrentaron los representantes de cada una de las 22 ciudades españolas que componen la nueva versión del juego.

Esta edición, que sustituye a la clásica con las calles de Madrid y Barcelona, ha sido diseñada por 35.000 internautas, que eligieron con sus votos en marzo las ciudades que componen el nuevo tablero. Faltan grandes urbes como Madrid, Valencia o Sevilla, pero han ganado un sitio localidades más pequeñas. Así, los jugadores pueden comprar en Cádiz, Jerez, Jaén, Badalona, Elche, Badajoz, Pamplona, Leganés, Sabadell, León, L'Hospitalet de Llobregat, Móstoles, Cartagena, Terrassa, Albacete, Cáceres, Vigo, Barcelona, Santander y Parla. Casi nada.

Cádiz, la más cotizada

El orden que ocupan en el tablero depende del número de votos que obtuvieron en las votaciones del pasado marzo. Las dos más cotizadas son Cádiz y Jerez, que valen 4 y 3,5 millones de monopolys. Las más baratas son Parla y Cebolla, que pueden adquirirse por tan sólo 600 cada una.

Santiago, el representante de Cádiz, apenas se cree que una «ciudad tan pequeña» sea la más deseada del tablero y ha atribuido esa suerte a que tiene «mucha historia».

La ganadora del concurso resultó ser la representante de Sabadell, Silvia García, al conseguir un patrimonio de más de 29 millones de monopolys en la partida definitiva. Se llevó un lote de productos de Hasbro, mientras que los demás jugadores se llevaron un juego de cartas del Monopoly, «como el juego de mesa pero sin tablero», relataba ayer Santiago. «Lo que me ha perjudicado ha sido el azar y la suerte de los dados, que hicieron que saliera desde la tercera posición», contaba Santiago, que reconoce haber jugado al Monopoly desde pequeño. «Al final me quedé con las ganas de comprar Cádiz». La nueva versión del juego ya está a la venta.