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Activistas anticomunistas se manifiestan en Seúl. / AFP
MUNDO

EE UU obvia el clima de tensión y negociará con Corea del Norte

Seúl refuerza con otros dos barcos la frontera en la que se enfrentaron a un navío norcoreano

PABLO M. DÍEZ
PEKÍNActualizado:

Máxima alerta a lo largo del Paralelo 38, la última frontera de la guerra fría que separa a las dos Coreas, la comunista al Norte y la capitalista al Sur, desde hace más de medio siglo. Mientras Occidente festeja el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín y el desplome del bloque soviético, el Ejército y la Armada de Seúl han elevado los niveles de alarma tras el enfrentamiento del martes con una patrullera de Pyongyang, en la que se cree que murió un marinero y otros tres resultaron heridos.

Para impedir una posible represalia del régimen estalinista que dirige Kim Jong-Il, Corea del Sur ha enviado dos barcos de guerra más a la disputada frontera del Mar Amarillo. Según el Ministerio de Defensa, su objetivo es «reforzar la vigilancia», pero a nadie se le escapa que es un paso más en la escalada de tensión tras el último incidente armado.

A pesar de este altercado, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, insistió ayer en la voluntad de la Casa Blanca de enviar a su representante especial, Stephen Bosworth, a Corea del Norte para negociar directamente con los emisarios del Querido Líder, posiblemente antes de finales de año. Desde Singapur, donde asistirá este fin de semana junto a Obama a la cumbre de países del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), la secretaria de Estado aseguró que esperaba «que la situación no vaya a más y estamos animados por la tranquila reacción».

Proceso a seis bandas

Aunque la responsable de la diplomacia norteamericana advirtió de que «esto no es una negociación, sino un esfuerzo para facilitar la vuelta de Pyongyang a las conversaciones a seis bandas», lo cierto es que Washington se pliega así a una de las principales exigencias de Pyongyang para su desarme nuclear. La demanda consistía en mantener contactos directos fuera de las negociaciones que se celebran desde 2003 en Pekín, y que incluyen a las dos Coreas, Estados Unidos, China, Rusia y Japón.

Mientras tanto, y según la agencia surcoreana Yonhap, Pyongyang también ha puesto en estado de máxima alerta a su Ejército, uno de los más numerosos del planeta al estar formado por más de un millón de soldados, la mayoría jóvenes escasamente equipados y cuya estatura y peso medios han ido disminuyendo como consecuencia de la escasez que sufre este hermético país y la gran hambruna de mediados de los 90. Enfrente tienen a 680.000 militares surcoreanos fuertemente armados que cuentan con las últimas tecnologías bélicas. Además, disponen del apoyo de 28.500 soldados estadounidenses acantonados en la zona desde hace más de medio siglo.