Rodrigo Rato sale del armario

Concluida la batalla por el poder en Caja Madrid, Esperanza Aguirre y Rodrigo Rato hicieron las paces, con Ignacio González como testigo. La presidenta y el ex gerente del Fondo Monetario Internacional escenificaron la recuperación de su vieja amistad tras la refriega. Coincidieron en la inauguración de unas jornadas sobre el comercio madrileño, se saludaron, se sonrieron y elogiaron. Pero Aguirre no pudo evitar deslizar una maldad en su saludo al ex vicepresidente del Gobierno cuando le recordó que la pugna por presidir Caja Madrid supuso, de hecho, su regreso a la política. «Es la primera foto que nos hacen después de tu salida del armario», le dijo ella como si nada, mientras él la besaba y los fotógrafos les acribillaban a disparos.

Ya dijo Manuel Fraga que la política hace extraños compañeros de cama. Nada mejor para ilustrar esta cita que la foto de las recién reestrenadas relaciones entre Aguirre y Rato, que a estas alturas ya han sido las tres cosas: políticos amigos, extraños adversarios y compañeros de partido. La coincidencia de ambos en un acto inaugural -al que también estaba invitado el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, pero en el que no compareció- y sus mutuas galanterías ilustran el fin de la tormenta. Una pugna de la que Rato, con el apoyo de Mariano Rajoy, salió victorioso porque superó la oposición de Aguirre a su candidatura para presidir Caja Madrid, mientras ella sucumbía en su intento de situar en tan apetecido puesto a su mano derecha, Ignacio González, que también asistió al acto de ayer de las Cámaras de Comercio pero en el que no intervino.

Aunque Rato haya salido del armario, como dijo Aguirre, mantuvo la neutralidad que practica desde su abandono de la política y estuvo muy moderado en su intervención sobre La Sociedad ante la nueva realidad. Apenas criticó la política del Gobierno socialista si no fue para demandar reformas estructurales, en plena coherencia con el discurso oficial de Mariano Rajoy que hizo idéntica demanda el pasado lunes. Aguirre tampoco cambió su discurso que, en su caso, estuvo plagado de críticas al gabinete socialista y elogios a Rato. «Probablemente, es la persona que puede hablar con más conocimiento de causa de cómo superar la crisis», dijo y señaló que sacó «del coma» la economía española en 1996.