Pellegrini, visiblemente afectado durante el entrenamiento de ayer. / AFP
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Valdano y Pellegrini, al borde del divorcio

El hispano-argentino fue el gran valedor del entrenador chileno ante el escéptico Florentino Pérez, pero la pareja ya no se soporta después de cinco meses de continuas desavenencias

COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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Tras el ridículo de Santo Domingo, Jorge Valdano se puso al mando de las operaciones. Se reunió primero con los jugadores en el vestuario visitante del Alcorcón y al día siguiente acudió a Valdebebas para hablar con Manuel Pellegrini. Consumada la humillación en el Bernabéu, el director general dio un paso atrás y prefirió que fuera Miguel Pardeza, su segundo, quien se entrevistase ayer con el técnico chileno en la Ciudad Deportiva blanca. Un síntoma más de la crisis por la que atraviesa el matrimonio entre el entrenador del Real Madrid y el gran valedor de su fichaje, el hombre que convenció a Florentino Pérez, siempre escéptico con los entrenadores, de que el técnico del Villarreal era la mejor opción disponible para el nuevo proyecto galáctico.

Las explicaciones sobre la no alineación de Sergio Ramos en Copa evidenciaron que Pellegrini y Valdano no se entienden, o que ni siquiera se escuchan, o que alguno miente. En los prolegómenos, desde la dirección deportiva se filtró que el sevillano no jugaba por una decisión meramente técnica. Tras el partido, el entrenador alegó que no le convocó porque pensó que estaba sancionado y no tenía constancia de que el Comité de Competición iba a aplazar su reunión hasta este miércoles ya que el lunes fue fiesta en Madrid, no por cierto en Las Rozas, sede de la Federación. Pasada la medianoche, el director general garantizó que sí le había avisado de que el defensa podía jugar y que el chileno le había confesado que se olvidó de decirlo en la rueda de prensa.

Un lío ininteligible del que se desentiende Ramos tras dejar claro que jamás pide explicaciones si se ve fuera de una convocatoria. Como estas justificaciones no convencen a nadie, como resumen queda un error casi tan mayúsculo como el que permitió al Madrid de Calderón y Mijatovic fichar en invierno a Huntelaar y Lass sin saber que sólo uno podría disputar la Champions.

El 'caso Guti'

El caso Guti muestra también las diferencias en la pareja. Mientras que Pellegrini le apartó de la convocatoria por cuarto partido consecutivo, Valdano pregonó que el Madrid necesita a Guti, que le «espera con los brazos abiertos» y que volverá a contar con él «muy pronto». Una desautorización al técnico o una imposición, según se mire. «Sin juego no puede haber goles», sentenció Valdano tras caer ante el Segunda B más famoso del planeta. Un ataque directo al corazón de su técnico, criticado por alinear a dos pivotes defensivos en pos de la remontada. También dijo que había que pedir explicaciones al chileno por el cambio de Lass que soliviantó al público. Más tarde, rompió el código de los secretos del vestuario y reveló los motivos de Pellegrini. El francés no había entrenado apenas la semana anterior por asuntos personales, venía de jugar tres partidos exigentes, tiene la repesca mundialista a la vuelta de la esquina y temía que pudiera romperse.

En realidad, sus desavenencias vienen de lejos, casi desde el principio de su relación. Ya en verano, Valdano pidió a Pellegrini que reuniera a los holandeses Sneijder y Robben para comentarles que no entraban en sus planes como titulares y que debían aceptar algún traspaso beneficioso para todas las partes. El entrenador, sin embargo, les comentó que contaba con ellos pero que el club les quería echar.

Si no fuera porque dicen que de los errores se aprende y la anterior etapa de Florentino se cerró con un carrusel de técnicos que sólo agravaron la situación -Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo y López Caro-, Pellegrini ya estaría despedido. También contribuye a su continuidad que Valdano ya no quiera sufrir en el banquillo y que el resto de ejecutivos, tipo Butragueño o Pardeza, no están acreditados para ejercer de Molowny, Muñoz o en el pasado más reciente Del Bosque.

Florentino acudió ayer a la presentación de un acto benéfico celebrado en el antepalco del Bernabéu, pero evitó hablar de la nueva eliminación copera. El orgullo del presidente queda malherido tras ver esas portadas de los periódicos con la foto de Kaká tirado en el césped del Bernabéu. La viva imagen de la impotencia, de una inversión de 252 millones en estrellas por ahora ruinosa.