![](/cadiz/noticias/200911/12/Media/nadal--300x180.jpg?uuid=48e52a4c-cf7e-11de-8d45-6f4adf8c9d13)
Épica victoria de Nadal ante el lesionado Almagro
Actualizado: GuardarEn su debut en el Master 1.000 de París-Bercy, Rafa Nadal firmó una victoria épica frente a Nicolás Almagro. El número dos del mundo salvó cinco bolas de partido en el segundo set y se aprovechó de la lesión muscular del murciano para poner fin a una agonía que se prolongó durante tres horas y cuarto. Con un marcador de 3-6, 7-6 (2) y 7-5, Nadal tuvo algunos destellos de nivel, pero también preocupantes fallos de concentración que le llevaron a cometer demasiados errores y a padecer un sufrimiento inesperado. Almagro, en uno de los mejores partidos de su carrera, obligó a Nadal a esforzarse al límite para que el número dos del mundo repitiese su gesta de Indian Wells ante David Nalbandián. Para remontar un partido que tenía perdido y que en este caso se le puso de cara gracias a los problemas físicos que sufrió Almagro.
El murciano trató de tú a tú a Nadal y tuvo en sus manos el pase a octavos de final que se le escapó en una vibrante segunda manga. Con el manacorense contra las cuerdas, Almagro desperdició hasta cinco pelotas de partido y el set debió resolverse en el tie-break. Nadal resucitó y en el set definitivo, cuando la situación estaba más igualada, Almagro se vio mermado por una contractura en su pierna izquierda. Con los ojos llorosos, el murciano requirió los servicios del fisio y, aunque regresó a la pista e incluso rompió el saque de Nadal para ponerse 5-3, acabó roto.
Nadal no estuvo nada brillante ante Almagro y si no llega a ser por su orgullo y los tirones de su rival, se habría despedido en su primera comparecencia. El duelo tuvo más emoción que calidad y quedó ensombrecido por la desgraciada lesión del murciano cuando acariciaba la primera victoria de su carrera ante el ex número uno mundial. En el último set Nadal estaba tan lanzado y Almagro tan hundido que el manacorense llegó a ganar cuatro juegos consecutivos y selló su billete a octavos, donde espera a Tommy Robredo o Tomas Berdych.
Safin cuelga la raqueta
En la misma jornada, Marat Safin libró un gran combate en su despedida del tenis ganando un set al reciente campeón del US Open, el argentino Juan Martín del Potro, que venció al ruso por 6-4, 5-7 y 6-4. Safin, de 29 años, estuvo muy cerca de despedirse indignamente el martes ante el número 168 del mundo, el francés Thierry Ascione, pero sacó los últimos resquicios de motivación que le quedaban para sorprender al público con algunas reminiscencias de su época dorada.
Tras el último peloteo, se le entregó simbólicamente la llave de Bercy, donde ostenta el récord de títulos (2000, 2002 y 2004) y donde ganó la Copa Davis contra Francia hace siete años, entre los saludos de tenistas retirados como Albert Costa o en activo como el serbio Novak Djokovic. «Guardaré este día en mi memoria junto a todos los recuerdos de mi carrera. Este es un día especial porque cierro una puerta y abro otra. Espero tener en mi futura vida el 10% del éxito que tuve en el tenis», declaró Safin antes de abandonar para siempre la cancha entre la calurosa ovación del público.
Ver a Safin terminar con una nota positiva sorprende bastante, porque desde hace por lo menos cuatro temporadas estaba a años luz del nivel que le llevó a ganar dos torneos de Grand Slam –el US Open en 2000 y el Open de Australia en 2005– y a ser número uno mundial durante nueve semanas entre 2000 y 2001. Hay que esforzarse para recordar que el ruso fue un tenista de enorme talento, capaz de gestas inolvidables como su semifinal del Open de Australia de 2005 contra Roger Federer, en uno de los grandes partidos de la década.