Ciudadanos

Las almadrabas negocian 'in extremis' en Brasil el cupo de capturas de atún rojo

Empresarios de la provincia y representantes de la Junta buscan apoyos de otros países para mantener intacta la asignación

CÁDIZ Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El futuro de más de medio millar de familias gaditanas que viven directamente de la pesca artesanal del atún rojo de almadraba está en manos de medio centenar de políticos, científicos y profesionales. El debate sobre los cupos está servido. Toca reordenar el sector y la peor parte se la pueden llevar los pequeños pescadores.

Representantes del medio centenar de países con intereses en la pesca del atún están reunidos desde el pasado lunes en Brasil para imponer nuevos cupos de capturas y todos forman parte de la Comisión para la Conservación del Atún Atlántico, ICAAT.

Este órgano decidirá antes del próximo domingo cuáles serán los cupos de capturas del atún rojo durante el próximo año 2010. En la temporada que acaba de finalizar el TAC (total admisible de capturas a nivel internacional) fue de 22.000 toneladas, de las cuales algo más de 4.000 correspondieron a España, y 1.088 fueron el tope máximo de pesquería para las almadrabas gaditanas en esta temporada.

Si esa cuantía se rebaja «el futuro de los almadraberos pinta muy negro», tal y como explicaban ayer a LA VOZ fuentes de la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba de la provincia.

El presidente de este organismo, Diego Crespo, ha acudido a Brasil acompañado de la directora general de Pesca de la Junta, Margarita Pérez, y del presidente de la Organización Nacional de Asociaciones Pesqueras, Pedro Masa, para explicar con detalle los motivos por los que las almadrabas no deben reducir sus capturas. Los representantes andaluces negocian en los pasillos y boca a boca el mantenimiento del cupo actual de capturas. De su capacidad de persuasión depende el futuro de las almadrabas.

Frente a la postura del sector, que defiende las artes pesqueras caladas en aguas de Conil, Tarifa, Barbate y Zahara como «artes milenarias y no agresivas con la especie», están aquellos países que se amparan en los informes de distintos comités científicos que recomiendan reducir la pesca del atún rojo. «Nosotros no podemos entrar en el mismo saco que la flota industrial», explica Marta Crespo, portavoz de la OPP. Con este argumento bajo el brazo, el sector espera buenas noticias y augura que si se reducen los cupos de capturas en 2010 «dos de las cuatro almadrabas tendrán que cerrar y será la ruina».

Por su parte, las organizaciones ecologistas Greenpeace y WWF mostraron ayer su preocupación por el «altísimo» porcentaje de pesca de juveniles de atún rojo (menores del tamaño legal permitido en el momento de captura) en el Mediterráneo, cuyo destino son las granjas de engorde. Ambas organizaciones exigen a la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) la adopción de medidas extraordinarias que eviten que se esquilme la especie.