Con la gira en mente

Aniñado y guapetón, Alejandro Sanz dedica uno de sus temas, Mi Peter Punk a quienes se niegan a envejecer. «Si no creces te conviertes en un friqui, es raro». A él los años le tratan bien. «No hay retoques en la portada de Paraíso Express», aseguró.

Alejandro Sanz llegó a su ciudad, dinamitada por las obras y cubierta de un cielo gris. Él, con su bronceado de Miami, fue generoso: «A Madrid le sientan bien los años». En la capital echarán a rodar las canciones de su nuevo álbum en ocho conciertos, del 25 de noviembre al 5 de diciembre. Las entradas se agotaron en una hora hace ya semanas. Serán recitales en un auditorio pequeño de la Gran Vía, con temas nuevos, otros de discos previos y una escenografía poco habitual. «Va a ser algo sorprendente, especial». En febrero la gira oficial arrancará al otro lado del charco y en mayo regresará a España para compartir su paraíso particular con el público doméstico, entonces sí en grandes recintos.

Y en todo este tiempo, un sobreesfuerzo de promoción de su nueva obra. «Tendrías que ver mi agenda», replicó el solista.

Impermeable a las preguntas sobre su vida privada, desde luego. La única alusión la hizo una tertuliana del corazón. «¿Suenan campanas de boda con Raquel?», inquirió desde el plató de un magazine televisivo. «Eso me lo preguntas con un cafelito delante», desvió él.