La Copa, directa a la basura
El Xerez Deportivo también cae derrotado en el Reyno de Navarra sin mostrar ninguna ambición por pasar la eliminatoria
ENVIADO ESPECIAL A PAMPLONA Actualizado: GuardarEl Xerez Deportivo tiró directamente a la basura la Copa del Rey. Se quitó el marrón, el muerto o la carga -llámalo como quieras- de la Copa para centrarse en lograr la permanencia en Liga, pues de ninguna otra manera se puede explicar que los azulinos saltaran al Reyno de Navarra sin mordiente ni intensidad alguna. Se requería motivación máxima para obrar el milagro, pero los xerecistas nunca creyeron en la proeza. Si ni siquiera los de azul creían, la ayuda divina sólo daría fuerzas para sacar la mano a paseo y tirar al contenedor una Copa sin ilusión ninguna.
Eran muchas las barreras y los obstáculos a superar, pues nunca antes se había ganado ni marcado lejos de Chapín, pero al menos se requería una actitud para dar el primer paso. Antoñito, cuando saltó del banquillo, fue de los pocos que aportó para que el milagro apareciera, pero el sevillano no podía tirar solo de un equipo que ni mucho menos parecía querer darle la vuelta a la eliminatoria. Muy significativa fue una jugada en la que Antonio bajó a ayudar en defensa ante la pasividad de sus compañeros. El delantero frenó una jugada en el área del Xerez para luego reclamar el esfuerzo de los azulinos, que ni querían mirar al sevillano.
Y es que la soporífera primera parte del encuentro en Zorrilla contra el Valladolid parecía difícil de superar, pero el Xerez Deportivo subió un puñado de centímetros el listón en el Reyno de Navarra con otro horroroso tostón sólo un par de días después. La basura ya estaba repleta de minutos insulsos, pero los de Ziganda saltaron al prado navarro sin prisas, sin urgencias, sin aparente necesidad y desaprovechando toda una primera parte a pesar de que el objetivo que se traían entre manos era nada más y nada menos que un milagro.
Muchos titulares
Cuco Ziganda puso de su parte en la caseta y apostó por una alineación con más titulares de los esperados. El técnico del Xerez dejó otra vez fuera de su once a futbolistas como Viqueira, Vicente Moreno o Antoñito, que parecían llamados a tener su cuota de protagonismo, en detrimento de Bermejo, Orellana, Francis o Bergantiños. La intención parecía evidente, pues Ziganda pretendía continuar con la línea creciente que venían mostrando sus jugadores, pero el frenazo llegó en seco, incluso se retrocedió, ya que ni mucho menos se continuó evolucionando, ni salieron con la intención de dar un susto en el Reyno.
El primer disparo entre palos de los azulinos no llegó hasta superado el minuto cuarenta y con un tímido testarazo de Víctor Sánchez, que depositó con suavidad el esférico en las manos del portero rojillo. Como en Valladolid, también se comenzó a despertar a medida que se acercaba el descanso, pues a falta de dos minutos para la primera parte Bermejo gozó de la mejor oportunidad xerecista para abrir el marcador. El cántabro remató un centro de Francis con el tacón, pero el esférico no encontró portería y salió por línea de fondo.
Los de Camacho se contagiaron del ritmo ramplón del Deportivo, pues no tenían ninguna prisa y sólo se aproximaron una vez con verdadero riesgo a la puerta de Chema. Monreal sorprendió llegando desde atrás, pero no pudo superar a Chema, pues cuando tiró a gol llegaba forzado y escorado. El esfuerzo le costó una lesión al lateral internacional del Osasuna, y minutos después entró Javi Camuñas en su puesto.
El segundo cambio del encuentro llegó en el descanso. Ziganda puso sobre el prado la calidad de Antoñito y el sevillano trató de tirar de un carro demasiado pesado, pues daba la sensación que sus compañeros ya habían decidido lanzar la Copa a la misma basura que tiraron la primera parte de Zorrilla. El delantero azulino pudo adelantar a su equipo tras un disparo escorado que repelió el larguero, y diez minutos más tarde se marcó un jugón para romper el centro de la defensa del Osasuna y regalarle el gol a Bermejo, pero el cántabro la tiró fuera cuando lo más sencillo parecía batir a Roberto. Un poco más de basura al cubo.
Los servicios de limpieza acabaron su trabajo cuando Dady fusiló a Chema. El punta rojillo amagó y recortó para tirar al suelo a Prieto y ganar algo de espacio antes de pegar un zurdazo que llevaría el cuero al fondo de la portería xerecista. Para entonces, la eliminatoria estaba más que ganada por el Osasuna, pero el delantero rojillo quiso cerrar la bolsa antes de que el Xerez tirara la basura al contenedor.