Cuatro años de prisión por planear el secuestro de la hija de un empresario
BARCELONA Actualizado: GuardarLa Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años de prisión a cada uno de los tres miembros de la banda que en noviembre de 2006 planeó el secuestro exprés de la hija de un empresario de Tona (Barcelona), frustrado porque la noche antes fueron sorprendidos por la Policía con el material que iban a usar. En su sentencia, la sección tercera de la Audiencia condena por conspiración para la comisión de un delito de secuestro a los tres acusados, de nacionalidad colombiana y cuyo cabecilla huyó días antes del juicio, aprovechando que se encontraba en libertad provisional.
Según cree probado el tribunal, los tres acusados, liderados por el secuestrador que se encuentra huido, acordaron capturar a Noemí Blázquez, hija de un empresario de Tona, cuando volviera de dejar a sus niños de la escuela y pedir a su padre por su rescate 1,5 millones de euros. De acuerdo con lo planeado, los imputados, que siguieron los movimientos de la víctima y averiguaron la solvencia económica de su padre, querían secuestrar a la hija del empresario la mañana del 22 de febrero de 2006, en plena calle de Tona.
Los secuestradores, añade la sentencia, tenían previsto interceptar el coche de Blázquez con un furgón y, tras descender del mismo con los rostros cubiertos de pasamontañas, pretendían intimidarla con una pistola y obligarla a subir a su vehículo para colocarle un «collar colombiano», artilugio que lleva adosado un potente explosivo que se acciona a distancia.
El plan de la banda preveía llevar a la rehén hasta una zona boscosa del término municipal de La Quart (Barcelona), donde la mujer sería maniatada y amordazada, con los ojos vendados, durante cuarenta y ocho horas, mientras los secuestradores intentaban negociar el cobro del rescate.
Experiencia militar
Uno de los acusados, Enaimer Enrique Naranjo, con experiencia militar en terrenos agrestes y formado en la guerrilla colombiana, era el encargado de las comunicaciones y el enlace con el resto del grupo, mientras que el condenado Andrés Julián Naranjo debía ocuparse del cobro del rescate, y Ayda Yamile Delgado de alimentar y vigilar a la víctima.
Los planes de la banda se vieron truncados, sin embargo, la noche antes del secuestro, cuando su vehículo derrapó en una circunvalación, lo que motivó que una patrulla de los Mossos d'Esquadra se acercara al coche.