Magna quiere que GM pague los costes de la gestión para la compra de Opel
La automovilística calcula en 100 millones los gastos aunque tendrán en cuenta si General Motors utiliza su plan de negocios para salvar a Opel
VIENA Actualizado: GuardarEl fabricante de componentes de automóviles Magna International acepta la decisión de General Motors de no venderle la marca alemana Opel, pero piensa exigir el pago de los costes por la fallida gestión de compra al grupo norteamericano. El máximo responsable de Magna, Siegfried Wolf, ha declarado que quiere hablar con General Motors para que le indemnice por los costes generados de unos 100 millones de dólares en los meses pasados para preparar la adquisición de Opel. "Se valorarán muchas otras operaciones, ya General Motors quiere basarse en nuestro plan de negocios" para Opel, comenta Wol.
Pese a que GM retiró en el último momento su intención de vender Opel a Magna para sorpresa de ese grupo y de muchos expertos, Wolf confía en poder entrar igualmente en un mercado de gran potencial como el ruso, donde ya están implantadas algunas filiales de Magna.
En una entrevista con la televisión, Wolf había manifestado en una primera reacción ayer que su empresa "tiene que respetar la decisión tal como ha sido tomada (por GM)". "No podemos lamentarnos. Tenemos poco tiempo para ser sentimentales. Debemos centrarnos en nuevos desafíos", dijo el ejecutivo austríaco, que durante más de medio año trató de atar el proceso de adquisición de Opel.
Una operación frustrada
Magna iba a controlar junto con el banco estatal ruso Sberbank más la mitad de Opel, según varios preacuerdos pactados con GM, que sin embargo, al final y para sorpresa de todo el sector, decidió cancelar la venta para sanear la marca alemana por su cuenta. Preguntado por la opinión de Frank Stronach, el fundador austríaco de Magna, Wolf señaló que éste dijo que "la vida y el negocio siguen". "Tenemos que centrarnos en eso y no en lo que podría haber sido", agregó el ejecutivo.
Debido a las intenciones de Magna de convertirse en un mayor fabricante de vehículos, la empresa empezó a tener problemas con algunos de sus principales clientes (como la alemana Mercedes) ya que con la compra de Opel se habría convertido en un competidor directo.
Por su parte, Rusia no descartaba la posibilidad de querellarse contra GM por haber cancelado la venta de Opel. "Actualmente, estamos teniendo consultas con GM a raíz de unas relaciones jurídicas que habíamos entablado y que ahora tenemos que rescindir", dijo el presidente del Sberbank, Herman Gref. El banquero dijo que el Sberbank espera resolver sus problemas con GM "sin recurrir a los procedimientos judiciales", pero advirtió de que si es necesario, no dudará en recurrir a los tribunales.