El juez decreta una orden de alejamiento de 50 kilómetros para 'El Cuco'

El menor implicado en la desaparición y muerte de la adolescente sevillana Marta del Castillo deberá permanecer al menos a 50 kilómetros de distancia de la familia de la joven, según un auto decretado por el juzgado de menores que instruye esta parte de la causa. El niño abandonará la próxima semana el centro en el que permanece interno desde su detención y pasará a un piso tutelado por la administración regional, al cumplirse el periodo máximo de internamiento preventivo.

Fuentes judiciales explicaron que la decisión del juzgado de menores número 3 de Sevilla fue comunicada a las partes hace unos días, al estar cerca la fecha en que Javier G., apodado El Cuco y de 16 años de edad, debía salir del centro de menores en el que permanece ingresado desde mediados de febrero. El próximo día 16 de noviembre se cumplen los nueve meses de internamiento máximo que establece la Ley de Menores para este tipo de situaciones.

Acogimiento residencial

A partir de ahora, y hasta que se celebre el juicio -que con toda probabilidad coincidirá en el tiempo con el proceso contra el resto de imputados adultos-, el niño permanecerá en un piso tutelado por la Junta de Andalucía bajo la figura de «acogimiento residencial». Convivirá con otros menores en circunstancias similares, y estará vigilado «de forma no invasiva» por agentes de Policía, al tiempo que será supervisado por trabajadores sociales y psicólogos. En este sentido, el juez ha establecido una orden de alejamiento de 50 kilómetros de Sevilla, y por tanto de la familia de Marta del Castillo , por lo que la vivienda no estará en dicha provincia.

Javier G. El Cuco está imputado de los supuestos delitos de violación y asesinato, que supuestamente cometió junto con su amigo Miguel Carcaño, de 20 años y considerado principal implicado en la desaparición de la adolescente. En su última declaración sobre lo ocurrido, el menor mantuvo que no participó en la violación de la joven, en su asesinato ni en la posterior desaparición del cuerpo, y apuntó que anteriormente había confesado esto «por dictado» de la Policía, a quien acusó de «haberle presionado» diciéndole que «si él no había sido, tendrían que detener a su familia porque había pruebas de que habían transportado a la chica en el coche de su madre».

Al cumplirse el plazo de salida, la Fiscalía había solicitado una orden de alejamiento, aunque reclamaba que la distancia fuera de al menos 300 kilómetros. Por su parte, al conocer esta petición, la familia señaló que la distancia «era lo de menos» y exigía que el menor estuviese vigilado «las 24 horas al día» de forma «conveniente», algo que veían como «imposible». Además, la madre de la joven sevillana lamentaba que la salida de El Cuco del centro de menores en el que estaba recluido hasta ahora suponía «un duro golpe» para la familia por cuanto era «otro implicado en la calle», en referencia a la puesta en libertad hace meses del hermano de Carcaño.