Un pequeño participante de la ruta observa las marismas de Los Toruños desde la orilla del Río San Pedro. /A. J.
PUERTO REAL

La Algaida se pone a la vista

La parte puertorrealeña del parque Los Toruños gana cada vez más visitantes por la riqueza de su biodiversidad y sus senderos, idóneos para las rutas en bici

PUERTO REAL Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Somos aves de paso. Amalia Pérez tiene casa en la urbanización Miramar. Una vecina más, si no fuera porque ella, lo mismo que esas aves migratorias, cuando llega la primavera se marcha a Alemania, su país de adopción. «Me fui con quince años, y ahora que trabajo menos, lo aprovecho».

«No sabéis lo que tenéis», advierte esta medio alemana, medio puertorrealeña. «Y además está en la puerta de Cádiz», invita a quienes acudan desde la capital. Ella hizo su particular descubrimiento el año pasado.

María Jesús Rodríguez, de la asociación Los Jartibles de la Bahía, ejerce de guía. El colectivo está compuesto por gente de Chiclana, El Puerto y San Fernando. Ellos han desarrollado un taller denominado Descubre el Pinar de La Algaida, que ya en 2008 pusieron en marcha con escolares. A lo largo del curso, pasaron por él una decena de grupos.

A ellos, como a los participantes en la ruta promovida por el servicio municipal de Turismo, se les entrega un cuadernillo con actividades, como un «juego de claves» para identificar las diferentes plantas. María Jesús deja claro el objetivo: «Inculcar los valores medioambientales». A pesar de estar muy cerca del casco urbano de Puerto Real, hay mucha gente que desconoce la existencia de La Algaida, y todavía más si hablamos de los habitantes de Cádiz y San Fernando. «Hasta yo misma, que soy de Chiclana, no lo conocía hasta hace tres años», confiesa María José.

Pinchitos y bicicletas

Michele Bernal es conocido en Puerto Real porque nadie como él sabe preparar los pinchitos morunos. No es la primera vez que se adentra por La Algaida, pero sí es su estreno con guía. Él, que tiene tres niños, aprovecha los senderos para hacer rutas en bici con la familia: «En más de una ocasión nos hemos venido, y la verdad es que cada vez se ve más gente».

No sólo son puertorrealeños, también vecinos de Cádiz y de más lejos, que vienen a pasar el día y aprovechan los merenderos.

Michele ve claros los alicientes: «Además de pasar un buen día, estás en contacto con la naturaleza, ves las lagunitas, los animales, las plantas...». «A mí me gusta el campo, la naturaleza: los cangrejitos, los bichos...», se incorpora Francisco José Armario.

Él es cazador, lo que no es incompatible, según explica, con la protección de la naturaleza. Llegó a cazar aquí, en La Algaida, antes de que fuera una zona protegida. Para él, este paso fue un gran acierto: «Si no lo cuidaran, aquí empezarían a edificar, y ¡adiós!».

Incluso ha visto en sus paseos a «chavales disfrazados», que formaban parte de un juego de «rol en vivo». «Esto es muy bonito para pasear, muy tranquilo, yo me pierdo pendiente de las cosas».

Francisco José es un apasionado de los pájaros. Le gusta observarlos. Hasta cría alguno silvestre en casa. Eso sí, siempre volverán al campo. Son aves de paso.