Marco Simoncelli busca el milagro de desbancar a Aoyama
El japonés posee 21 puntos de ventaja y siendo undécimo asegura el título
COLPISA. VALENCIA Actualizado: GuardarEmilio Alzamora sabe bien lo que es pelear por una corona y sufrir los envites de un mal perdedor. En 1999, el ilerdense debía ser segundo en la última carrera del año, en Argentina, para proclamarse campeón del mundo de 125. Tenía seis puntos más que Melandri, que podía quitarle el laurel si vencía y el español era tercero. El italiano se fugó desde la arrancada. Alzamora también se escapó después de superar a Locatelli y Ueda. Rodaba en segunda posición sin oponentes. Y el piloto de Ravenna decidió armar la bronca. Le esperó para ponerse a su vera y comenzar una serie de acciones antideportivas que el director de la prueba no castigó porque Emilio obtuvo al final el objetivo.
Melandri jugó con el catalán en busca de un accidente. Le metió la moto. Se le cruzó en la trazada. Alzamora frenó y soportó todas las marrullerías, hasta conquistar el cetro del octavo de litro. Este domingo, otro Marco, Simoncelli, intentará provocar un fallo de Aoyama para conseguir la hazaña. El japonés únicamente requiere cinco puntos para celebrar el último galardón de 250. Ser undécimo es su meta. El italiano debe vencer. Su estrategia es clara. Atacar desde la salida en busca de los 25 puntos e inyectar tensión en el cuerpo de Hiroshi.
«Será un combate psíquico», dictaminan los psicólogos que trabajan con estos locos bajitos. «Simoncelli intentará marcharse en solitario para que Aoyama piense que Marco ya ha cumplido su máximo objetivo, de manera que todo dependa de él. Aguantar esa presión de que eres tú quien no puede equivocarse es el factor clave de este duelo».
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