La revolución no basta al Industrial para poner fin a su peligrosa dinámica perdedora

Ni el cambio de entrenador sirvió para que el Jerez Industrial sumara tres nuevos puntos en La Juventud. Tras una semana bastante tensa, ni Ricardo García ni Chicha dieron con la tecla para terminar con la mala racha deportiva y calmar, de paso, unos ánimos que tras el pitido final de ayer siguen caldeados. Los industrialistas fueron incapaces de perforar la portería del Roquetas, que gracias a su mayor pegada le robó tres puntos importantísimos. Cero a dos que dejan al conjunto blanquiazul en la cuerda floja, más debilitado que nunca esta temporada y con muchas cosas pendientes de cara a los próximos compromisos si no quiere pasar demasiados apuros. Y todo ello a pesar de ver una leve mejoría. Los locales llegaron a tirar algo más a portería, pero cuando la suerte da de lado a un equipo con muchos problemas extradeportivos, la dinámica se vuelve siempre negativa.

El presidente del club de la copa y la venencia, ayer en labores de entrenador, no revolucionó excesivamente el once del equipo, aunque dejó en el banquillo a Vázquez, Jorge Herrero y Adrián Martín, como hombres más significativos y dio la oportunidad a hombres menos habituales. Y es que ahora el trabajo es doble. Hay que sacar los partidos adelante, pero también hay que unir fuerzas y remar en la misma dirección del que dirige y los propios futbolistas.

De esta forma, la línea defensiva formada por Fali, Julio, Ione y Bornes estuvo a la altura de encuentros anteriores. Bien es cierto que en los primeros cuarenta y cinco minutos tampoco tuvo mucho trabajo, ya que las ocasiones de los visitantes fueron contadas y apenas tenían peligro, salvo el gol en el tramo final del choque. En la medular volvió a confiar en Juan Carlos, formando pareja con Manu. En las bandas, Selu y Bello no tuvieron mucha suerte, mientras que en la parte ofensiva dispuso de Orife y Manu Barreiro.

Y con todo, la revolución deseada no terminó de llegar. En la primera escena, el cuadro de la copa y la venencia volvió a estar espeso en ideas y el juego volvió a aburrir a los aficionados que se dieron cita en La Juventud. En el prmier tiempo, ninguno de los dos equipos tuvieron el dominio del balón y hubo poca presencia sobre las áreas de los porteros.