«La falta de formación y la edad nos perjudican»

Manuela García es una de las 65.600 gaditanas que actualmente forman parte de las listas del desempleo. Esta arcense lleva más de un año repasando todos los negocios de la localidad buscando el trabajo que le permita llevar un plato de comida a casa.

La crisis está agravando su situación personal porque no encuentra el modo de salir adelante, «a pesar de que no me canso de llamar a todas las puertas», apunta. Además, se muestra convencida de que el hecho de contar con 43 años y no tener formación le impiden encontrar un trabajo que le permita organizar su vida. «El otro día me pidieron el inglés para contratarme de limpiador» cuenta y añade: «lo que deben hacer es valorar otras cosas porque la gente de nuestra edad no suele tener esos conocimientos».

Su amplia experiencia como cocinera, camarera o cuidadora de niños y mayores no le está sirviendo a Manoli para abrirle ninguna puerta. «Estoy dispuesta a trabajar en lo que haga falta porque me adapto a lo que sea», destaca. Al tiempo que recuerda que incluso ha ejercido de albañil en su casa porque, dice, «estoy dispuesta a echarle mano a lo que sea».

Entre surtidores

En el otro lado de la balanza se encuentra otra mujer arcense, Rocío Iglesias. Ella encontró trabajo a principios de este año, a pesar de la situación económica. Actualmente, trabaja como dependienta de la gasolinera El Peral, donde asegura haber encontrado un trabajo que «me encanta y con el que me siento completamente realizada».

A pesar de su amplia experiencia, ha trabajado en otra gasolinera de Jerez y estuvo seis años como encargada de una cafetería de Arcos, pasó por un periodo de un año de desempleo antes de encontrar este trabajo. Durante ese tiempo se dedicó a estudiar inglés y formarse, «cosa que me hizo crecer como persona aunque ahora no me sirva en el trabajo que tengo», afirma.

Rocío reconoce que las mujeres deben de planificar muy bien su vida familiar porque: «por desgracia, aún hay mujeres que pierden su trabajo por quedarse embarazada». Además considera que «la conciliación sólo se consigue siendo auténticas heroínas porque ya cuesta compaginar el trabajo de fuera con el de la casa».

La falta de empleo para mujeres y las dificultades económicas por las que pasan las familias de Arcos, hacen que desde la Delegación de Asuntos Sociales se opte por dividir los nuevos contratos laborales en periodos cortos, de unos quince días, de modo que puedan cubrir sus necesidades básicas.