Miguel Carcaño./ EFE
ANDALUCÍA

A juicio, sin el cadáver de Marta

El juez encargado de este ponzoñoso caso se dispone a cerrar la instrucción con un autor confeso, cuatro versiones distintas de los hechos y sin hallar el cuerpo de la asesinada

SEVILLA Actualizado: Guardar
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El asesinato de los marqueses de Urquijo, el 1 de agosto de 1980, marcó toda una época de la historia negra de España y abrió de par en par la puerta al morbo y a las especulaciones en las investigaciones criminales, con un despliegue tipográfico sin precedentes.

La madrugada del 13 de noviembre de 1992 Miriam, Desirée y Toñi, tres adolescentes de la localidad valenciana de Alcàsser no regresaron a sus casas. Las tres sufrieron una despiadada muerte tras ser violadas y mutiladas. Este inhumano suceso inauguró la etapa más truculenta de la televisión, con programas diarios y especiales donde se desmenuzaron todos los pormenores, reales o supuestos, de este funesto suceso.

La desaparición de la joven sevillana Marta del Castillo, en la noche del 29 de enero de 2009, y la posterior confesión de su asesino, Miguel Carcaño, han puesto de manifiesto la lúgubre interacción de los sucesos con las nuevas tecnologías. Además de las innumerables crónicas en los periódicos y de los también incontables espacios en radio y televisión dedicados a este bárbaro asesinato, el caso de Marta se ha vivido con especial intensidad en las redes sociales de Internet, con hechos tan insólitos como que uno de los imputados tenga su propio blog, donde recibe críticas y adhesiones. Merced a este debate, muchos padres han comenzado a valorar las ventajas e inconvenientes de portales como Tuenti o Facebook o, cuando menos, a preguntarse qué hacen sus hijos tantas horas frente al ordenador.

Tras una sinuosa instrucción, que ha durado nueve meses, el magistrado Francisco de Asís Molina, titular del Juzgado número 4 de Sevilla, cerrará esta semana las pesquisas del que, sin duda, ha sido el sumario más complejo de su dilatada carrera. En primavera o verano de 2010, y salvo sorpresa de última hora, se celebrará el juicio por la muerte de Marta del Castillo, que el pasado mes de julio hubiera cumplido 18 años, mediante el procedimiento de jurado popular, siempre que no prospere el recurso que ha presentado ante el TSJA de uno de los encausados, que reclama un tribunal con jueces profesionales.

Este proceso se puede convertir en uno de los escasos precedentes en España de condenas por asesinato, sin el cuerpo de la víctima como principal prueba de cargo. Ninguno de los involucrados ha dicho, hasta el momento, dónde se hallan en realidad los restos de Marta.

Asesinato y violación

La Fiscalía de Sevilla ya ha adelantado que acusará a Miguel Carcaño de asesinato y violación y de encubridores a los otros tres imputados adultos: Samuel Benítez (al que juez le denegó el viernes, por tercera vez, su puesta en libertad provisional), Francisco J. Delgado (hermanastro de Miguel, en libertad con cargos) y María García (novia de Francisco J. y en libertad con cargos). En cuanto a El Cuco, que será juzgado por un tribunal de menores, el fiscal también le acusará de asesinato y violación. Se da la circunstancias de que El Cuco, de 15 años de edad, cumplirá el próximo día 16 los nueve meses máximos de internamiento provisional que permite la Ley del Menor. No obstante, será trasladado a un piso tutelado (junto a otros menores conflictivos) a una localidad, de la que se desconoce el nombre, pero que deberá está ubicada a un mínimo de 300 kilómetros de Sevilla.

La policía, en los nueve meses de esta turbulenta instrucción, ha conseguido detener a los presuntos culpables, pero no se han hallado los restos mortales de Marta. Más allá del anhelo sentimental de Antonio del Castillo y Eva Casanueva (padres de Marta) por enterrar a su pequeña e intentar rehacer su ya marcada vida, la ausencia del cadáver cercena la posibilidad a los investigadores de poder establecer si se trató de un asesinato o de un homicidio o si hubo ensañamiento, todos ellos agravantes que podría aumentar las penas de cárcel para los cinco imputados.

Debate jurídico

Varios expertos juristas consultados por este periódico discrepan sobre la posibilidad de que se pueda condenar a una persona por asesinato, aunque haya confesado que causó la muerte a otra persona como es este caso, sin la aparición del cadáver. Sobre todo con el perfil psicológico del principal encausado, Miguel Carcaño, que ha cambiado cuatro veces el relato de los hechos y no se descarta que pudiera hacerlo una quinta, durante la vista oral.

Paloma Pérez, abogada de Carcaño, dejó entrever la posibilidad de solicitar para su defendido una condena por homicidio imprudente, sensiblemente inferior a los 20 años de cárcel que podrían caerle si se demuestra que es asesinato. También se debe dirimir si se produjo o no violación, un hecho difícilmente demostrable sin autopsia, tras retractarse Carcaño.

La letrada Pérez tiene a su favor un hecho clave para sustentar su petición: aún se desconoce si la policía tiene en su poder restos de sangre de Marta, más allá de los que se habrían encontrado en un bolsillo de una de las cazadoras de Miguel Carcaño.

Los investigadores, que han trabajado de manera incansable durante estos nueve meses, han recibido críticas durante este periodo que van desde la tardanza en detener a Carcaño (más de 20 días después de que se produjera el suceso, lo que le habría permitido esconder el cadáver) hasta su seguimiento a los imputados.

Enrique Álvarez Riestra, jefe superior de Policía de Andalucía Occidental defiende que no ha visto otra investigación tan exhaustiva como la de Marta del Castillo, en la que se han recopilado 153 evidencias biológicas, más de 30 perfiles genéticos, 150 declaraciones y una cantidad de dinero como no se ha destinado a otra investigación por asesinato.

En este mes se conocerán las calificaciones provisionales de las partes, paso previo a la señalización de la vista oral, donde debería esclarecerse quiénes y de qué manera acabaron con la vida de Marta del Castillo y, además, dónde se deshicieron de la joven.