Gervasio Sánchez con imágenes suyas al fondo. /EFE
Sociedad

La mirada crítica de Gervasio Sánchez, Premio Nacional de Fotografía

El jurado ha destacado la capacidad del autor cordobés de dignificar a las víctimas de conflictos armados que aparecen en sus obras

MADRID Actualizado: Guardar
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Gervasio Sánchez logró ayer el Premio Nacional de Fotografía por su compromiso continuado con la fotografía como «herramienta de denuncia de la violencia en los conflictos armados, por su continuada labor a favor de la justicia y especialmente por su trabajo sobre las minas anti-persona». Asimismo, los miembros del jurado valoraron su aportación a la fotografía de reportaje y «cómo a través de ella se dignifica a las víctimas fotografiadas, con una mirada particular que enaltece los mejores valores del fotoperiodismo». El premio, concedido por el Ministerio de Cultura, está dotado con 30.000 euros.

En Afganistán

Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959) es licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona de 1984. Ha cubierto los principales conflictos armados del mundo, tanto la guerra del Golfo como los de la antigua Yugoslavia, África, Asia y América Latina. Su último trabajo fue en Afganistán, donde volvió para fotografiar el país cuando encaraba la primera vuelta de las elecciones generales entre el candidato Abdulá Abdulá y Hamid Karzai, al final reelegido presidente.

Trabaja para el Heraldo de Aragón, además de colaborar con la Cadena Ser, el servicio en español de la cadena pública británica BBC, el Magazine de La Vanguardia, y la revista Tiempo. En 1995, emprendió su proyecto fotográfico Vidas Minadas sobre el impacto de las minas antipersonales sobre las poblaciones de los países más minados del mundo, entre ellos Afganistán, Angola y Camboya, que concluyó en 1997 con un libro y una exposición. Otros libros fotográficos suyos son El Cerco de Sarajevo (1994); Kosovo, crónica de la deportación (1999) y Niños de la Guerra (2000).

En 2001, apareció su libro La Caravana de la Muerte. Las víctimas de Pinochet, y en 2005, Sierra Leona. Guerra y Paz. En 1998, con motivo de la celebración del 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) le nombró Enviado Especial de la UNESCO por la Paz.

Posee una larga lista de galardones entre los que se encuentran el Premio Internacional de Periodismo Rey de España en la categoría de Fotografía (2009), el Premio Córdoba de Periodismo, el Premio Ortega y Gasset del diario El País (2008), el Premio Javier Bueno otorgado por la Asociación de la Prensa de Madrid (2006), el Premio LiberPress (2005)en reconocimiento a su labor «en favor de la libertad de prensa y la denuncia de las injusticias», la Medalla al Mérito Profesional del Gobierno de Aragón (2004) y otras distinciones, destacando la concesión en 1996 del Premio Cirilo Rodríguez, el más prestigioso del Estado español para periodistas que ejercen su labor en el extranjero como enviados especiales o corresponsales permanentes.