![](/cadiz/prensa/noticias/200911/07/fotos/1191810.jpg)
Micheletti dinamita el acuerdo alcanzado y se aferra al poder
El presidente de facto encabeza un Gobierno de unidad en el que Zelaya se niega a incluir a sus partidarios
Actualizado: GuardarEl acuerdo alcanzado la semana pasada para la normalización política en Honduras ha quedado en papel mojado. El presidente de facto, Roberto Micheletti, encabeza desde ayer el que debía ser un nuevo Gobierno de unidad, pero que el depuesto Manuel Zelaya ha rechazado porque todavía no ha sido restituido en el poder. Mientras tanto, Estados Unidos aseguró que está comprometido con la implementación del Acuerdo de San José del 30 de octubre que incluía el regreso a la situación previa al 28 de junio, fecha del golpe militar, pero dejaba en manos del Congreso la decisión.
Sin embargo, las diferentes interpretaciones han convertido el pacto en «letra muerta», según Zelaya. Los golpistas y los candidatos presidenciales se enrocan en legitimar el poder mediante los comicios del 29 de noviembre. Pero el Frente de Resistencia condiciona el proceso electoral al regreso de su líder a la presidencia, como rechazo a su insistencia en reformar la Constitución para incluir la posibilidad de la reelección.
El problema es que el acuerdo no ponía fecha al retorno de Zelaya pero sí a la formación del ejecutivo, y avalaba también las elecciones. Algunos analistas siempre han comentado que el Gobierno de facto pretendía ganar tiempo con la esperanza de que la comunidad internacional reconozca los comicios. «No tiene ningún sentido seguir engañando al pueblo con este tipo de acuerdo que lo único que expresa es una falta de voluntad política para resolver el problema», señaló ayer Zelaya. Y volvió a apelar a la comunidad internacional «que tendrá que adoptar las medidas que corresponden, al igual que el pueblo» e insistió en que «es una burla» que Micheletti dirija el gobierno de unidad. Juan Barahona, dirigente de la resistencia, indicó que Micheletti «está agudizando la crisis» y que junto al Congreso siguen dilatando el retorno de Zelaya.
Plazo vencido
La medianoche del jueves venció el plazo fijado en el acuerdo impulsado por Estados Unidos la semana pasada para que ambas partes formaran un Gobierno de reconciliación. Al no haber sido restituido en el mando, Zelaya no propuso ningún candidato para integrar el nuevo ejecutivo. Para el presidente depuesto, es «tragicómico y un absurdo» pretender poner a sus ministros bajo las órdenes del golpista, pues sería legitimizar su derrocamiento. El ex mandatario dio por fracasado el acuerdo y anunció que hará caso omiso de las elecciones del día 29.
Rafael Pineda, ahora ex ministro de la Presidencia, dijo que Micheletti «está cumpliendo la letra y cronograma del acuerdo». Su gabinete dimitió en plena madrugada de ayer y anunció el nuevo ejecutivo dirigido por él e integrado por representantes de varios grupos políticos que no precisó.
Ante el nuevo punto muerto, el Grupo de Río exigió ayer «restitución inmediata e incondicional» de Zelaya. También el ex presidente chileno Ricardo Lagos, miembro de la comisión de verificación, indicó que Micheletti debía renunciar a la presidencia para dar paso al Gobierno de unidad.