Diego Crespo. / M. G.
DIEGO CRESPO GERENTE DE LA ALMADRABA DE CONIL

«Reducir otra vez las capturas del atún será una catástrofe»

Las almadrabas lamentan que tengan que pagar el pato de quienes han esquilmado la especie

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Las almadrabas gaditanas están en pie de guerra. La próxima semana se debate en Brasil la más que probable reducción de capturas de atún rojo. Esta decisión toca de muerte al sector artesanal de la provincia que, de llevarse a la práctica, significaría el cierre de dos de las cuatro almadrabas gaditanas y la pérdida de unos 200 empleos. Diego Crespo es propietario y gerente de la almadraba de Conil y advierte que esta situación tiene dos culpables: las grandes flotas que han esquilmado la pesca del atún en el Mediterráneo y los gobiernos que lo han permitido durante diez años. Los almadraberos son el último eslabón de la cadena y, como siempre, los más afectados por los recortes.

-¿Satisfecho con la gestión de la Junta en esta crisis del sector de las almadrabas?

-La Junta hace lo que puede y sabemos que hay preocupación en el Gobierno regional. La semana que viene se fijarán nuevas cuotas de pesca del atún rojo para los próximos años y una reducción será catastrófica para las almadrabas de Cádiz.

-¿De que cantidad hablamos?

-Para 2009 se habían establecido 1.008 toneladas, mientras que para 2010 unas 980 y 910 toneladas para 2011. Cualquier modificación a la baja será un desastre.

-¿Por qué?

-La actividad no se puede mantener por debajo de esas cifras. Las cuatros almadrabas (Conil, Barbate, Zahara y Tarifa) dan empleo a 400 personas.

-¿Cómo se ha llegado a esta situación?

-Muy fácil. Durante diez años se ha creado una gran flota de cerco que se ha multiplicado por cuatro en el Mediterráneo. Más barcos, más potentes y, sobre todo, más pesca. Los expertos advirtieron en repetidas ocasiones del peligro que corría la especie si se mantenía el fuerte nivel de capturas, pero ningún gobierno puso freno. España congeló el número de barcos en 2003. Mientras tanto, los únicos que han respetado las reglas del juego han sido los pescadores artesanales. Nosotros, los almadraberos, no tenemos capacidad para esas grandes capturas. Hemos seguido igual.

-¿Cuántos barcos se dedican a este trabajo en el Mediterráneo?

-Un total de 314. Es imposible mantener la especie con esta flota tan potente. La mayoría son italianos y franceses. España sólo cuenta con seis barcos.

-¿Cuándo saltó la primera alarma?

-En 2006. Fue entonces cuando se decidió establecer una veda y poner límites.

-Han pagado justos por pecadores. ¿verdad?

-Efectivamente. Las almadrabas tienen que acatar las decisiones que se adopten para reducir una flota sobredimensionada y una pesca que han esquilmado otros. Lo justo sería que las medidas se impongan a quienes han sobrexplotado la pesca. Soy más partidario de una reducción temporal de las artes hasta que se recupere la especie.

-¿Quién toma esta decisión?

-El ICAP. Es el organismo internacional que regula esta pesquería. La reunión comenzará el próximo lunes en Recife (Brasil) y están llamados los representantes de los 50 países que se dedican a este tipo de pesca.

-¿Qué previsión hay?

-Le puedo decir que con un cupo global de 19.000 toneladas tocábamos en la provincia a 980. Si en 2010 se opta por rebajar a las 15.000, nos tocarían unas 737 y éso sería la catástrofe para las almadrabas de Cádiz. El plan de recuperación de la especie se ha establecido para quince años.