Murillo versus Costus

Desde hoy los lienzos de Zurbarán tienen un nuevo vecino de pared, mientras la Inmaculada de Murillo mira desafiante al extraño invasor. El misticismo de Pérez Villalta se hace un hueco en la primera sala, mientras que en la segunda, destinada a las mejores joyas del Barroco, la estridencia colorista de Costus se hace evidente. ¿A qué viene este caos? ¿Este anacronismo? No es que los técnicos ni el director del Museo Provincial se hayan vuelto locos de repente, se trata de una apuesta conjunta de la Diputación Provincial y la delegación de Cultura de la Junta: la exposición Museo de Cádiz/Creadores contemporáneos.

La muestra, que abre hoy sus puertas a los gaditanos, reúne en el mismo espacio obras de artistas de vanguardia junto a piezas arqueológicas y pinturas clásicas. El Gabinete Pedagógico de Bellas Artes de Cádiz ha sido el encargado de poner en relación los fondos expositivos del museo con piezas de la más reciente creación contemporánea en sus diversos lenguajes expresivos.

El verdadero objetivo de la muestra es dar a conocer que los planteamientos de los artistas en el momento de crear una obra son los mismos independientemente de la época en la que se enmarquen.

De los 30 artistas que participan en la exposición, 11 son de la provincia y dos foráneos. «Una de ellas estaba en mi despacho y la echo de menos», bromeaba ayer la diputada Ana Mosquera en alusión a la pieza Moisés de Pierre Gonnord, que estará expuesta hasta el próximo 29 de noviembre en la sala que el museo gaditano tienen dedicada a Murillo.

La mayor parte de las piezas contemporáneas pertenecen a los fondos de la Diputación de Cádiz, «28 piezas de 26 artistas distintos», entre los que se encuentran obras de Costus, Guillermo Pérez Villalta, Vendaval, MP&MP Rosado o Lita Mora, entre otros.

Cerámica colorista

Así, las pequeñas y coloridas piezas cerámicas de la instalación del colectivo gaditano Vendaval se reparten por el techo de la sala dedicada a las piezas neolíticas, de la misma manera que la pieza escultórica de Luis Quintero se sitúa de forma estratégica entre dos retratos de época imperial.

En la sección de Bellas Artes, por su parte, conviven dos interpretaciones bien diferentes del concepto de clásico bodegón. Por un lado, el de W. Heda y por otro Capsa, de Adriá Pina como ejemplos del acercamiento a los objetos. Por último, la sección de etnografía alberga la urna De los deseos y su satisfacción de González García junto a los títeres de la Tía Norica.

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