Sorpresas del capote

En marzo pasado, poco después de conocerse la concesión de la Medalla de Oro al mérito de las Bellas Artes al matador de toros Francisco Rivera Ordóñez, el diestro Morante de la Puebla no dudó en calificar de «vergüenza» la distinción con la el Consejo de Ministros reconoció la trayectoria del mayor de los hijos de Paquirri.

El entonces apoderado de Morante, José Sánchez Benito, acusó públicamente a Cayetano -hermano de Francisco Rivera Ordóñez- de vetar a su torero y negarse a compartir paseíllo con él. Curro Vázquez, mentor de Cayetano desde sus inicios y tío de los hermanos Rivera, consideró «inoportunas» las declaraciones del de La Puebla y le envió un recado: «A él también le podemos decir que es una vergüenza muchas cosas que hace en las plazas de toros y que a los demás no nos gustan, empezando por fumarse un puro en el callejón cuando los compañeros están toreando».

Quien no se mordió la lengua fue Cayetano Martínez de Irujo -ex cuñado e íntimo amigo de Francisco-, que en una carta al diario ABC denunció la «falta de compañerismo de Morante», al que señaló como «un ejemplo deleznable de mal estilo. un pobre hombre resentido y despreciable».

En medio de aquel fragor de declaraciones, los matadores de toros Paco Camino y José Tomás decidieron devolver conjuntamente al Ministerio de Cultura las medallas que ellos habían recibido respectivamente en los años 2004 y 2007. Las aguas parecieron volver a su cauce hasta que, en septiembre, Morante de la Puebla se negó a guardar un minuto de silencio en memoria de Paquirri, en el 25º aniversario de su muerte.

El polémico asunto se zanjó el pasado 26 de octubre con la entrega de las medallas, incluida la de Francisco Rivera, que la recibió de manos del Rey. Sin embargo, ha tenido un sorprendente epílogo. Morante de la Puebla anunció, a través de un breve comunicado, que daba por finalizada la relación de apoderamiento con Sánchez Benito y sin tiempo siquiera para deshojar la margarita, el sevillano notificó que ponía su carrera en manos Curro Vázquez, a la sazón apoderado de Cayetano.

Cuestionado por la opinión de éste, el flamante apoderado se apresuró a exponer de forma escueta que el menor de los Rivera Ordóñez «está al corriente y conforme con la decisión». Sorpresas te da la vida, cantaba Rubén Blades. Esperemos que, al contrario de lo que le sucedió a Pedro Navaja, esta vez la sangre no llegue al río.