Gordos
Actualizado: GuardarLas autoridades gallegas quieren alejar de sus padres a un niño de nueve años. Obeso, sí, con sobrepeso. Se trata de un pequeño que afortunadamente vive con su familia, tiene unos hermanos y según aseguran los que le conocen es completamente feliz. Pero los que estudian el caso inciden en que «corre un grave riesgo» y al parecer la única solución que han encontrado es que el pequeño pase a depender de las autoridades. Que deje de estar con sus padres y quede internado en un centro de menores.
Ya no se quiere a los gordos. Hubo un tiempo en el que mostrarse espléndido en kilos era síntoma de salud. Casi nadie pensaba entonces que esa abundancia era contraproducente y que a la larga podía causar importantes problemas de salud. Ahora está más que demostrado que una dieta saludable es clave para el desarrollo de los niños. La preocupación por lo que comen los pequeños está más que justificada pero eso no es lo único que importa para asegurar el bienestar de estos adultos del futuro.
Sin ser consciente de ello, este niño gallego ya está cumpliendo su particular condena. Ya está marcado por esta situación que se le ha escapado de las manos a los que se han lanzado a proteger la conveniencia de este menor. Está claro que no todos los padres pueden ser lo suficientemente responsables para ejercer como tales. Pero las autoridades deberían implicarse de otra forma y aplicar otras medidas que se ajusten más a las necesidades de las familias.
Si se recibiera una correcta formación y se mantuviera un estricto control médico no haría falta tomar decisiones tan radicales. Quizá este pequeño corra un riesgo mayor al ser separado de los suyos. Y ni siquiera se puede tener la certeza de que esa solución acabe con su problema de obesidad.