Ensalzadora de belleza

Vanesa Martín-Barbadillo ya jugaba con las muñecas de pequeña y siempre escogía el papel de maquilladora. «O de diseñadora, que era mi otra pasión», asegura. No le hizo falta plantearse lejanas y desconocidas metas a esta jerezana para adivinar su futuro. Así que ya de joven comenzó a estudiar para llegar a ser maquilladora profesional. «Estuve cuatro años en Madrid, formándome. Además, allí pude trabajar para la televisión y el cine. Una experiencia muy enriquecedora», comenta.

Con un bagaje profesional estimable y con la preparación necesaria, Vanesa volvió a su tierra natal y montó Backstage, un lugar donde cualquier rostro sale siempre favorecido. Su negocio, ubicado en la calle Castilla, en la zona de Corredera, está preparado para asumir cualquier tipo de trabajo que vaya siempre a favor de la belleza.

Y es que esta chica tiene los conceptos básicos muy claros. «En muchas ocasiones, en nuestra profesión se intenta transformar. Yo pienso que cada rostro tiene su encanto, y el maquillaje lo que permite es siempre realzar. Si estamos hablando, por ejemplo, de una novia, pues favorecerla y hacer un trabajo que sea totalmente natural. Ahí es donde se distingue una buena profesional», explica.

Una labor de la que hay que estar formado y donde, según nuestra protagonista, «existe demasiado intrusismo porque parece que maquillar puede hacerlo cualquiera. Pero no es así. Este trabajo posee sus propias técnicas que hay que conocerlas y saberlas ejecutar. La simetría de cada rostro o el volumen del mismo es muy importante a la hora de sacar el máximo partido», afirma. Y como cada rostro es distinto, pues siempre existe un maquillaje único, perfectamente adaptado a la fisonomía de cada cliente.

Además, con Vanesa se puede aprender mediante cursos de automaquillaje que imparte, en su establecimiento. Y ahora, hasta los chicos se pueden animar. «Cada vez hay más demanda de varones que quieren estar guapos, por ejemplo, el día de su boda. Es importante que vayamos tomando conciencia de que un buen maquillaje puede hacernos, todavía, más bellos», concluye esta maquilladora con una simpática sonrisa.