Los saqueos y destrozos son constantes por la falta de vigilancia

La otra cara de una misma realidad es el deterioro que sufre la zona donde se encuentra situado el Palacio de Congresos. Se trata de algo que cada vez va a peor. Al visitar el lugar, lo primero que se puede contemplar es que la valla perimetral está destrozada, por lo que es muy fácil acceder a unas instalaciones que hoy en día deberían estar ya albergando algún congreso de envergadura.

Pero una cosa es lo ideal y otra muy diferente la realidad: los saqueos se han sucedido con asiduidad en unas obras que se encuentran absolutamente desprotegidas en tanto que se encuentra la financiación para poder retomarlas. Saqueos que se producen desde hace casi un año, concretamente desde la pasada Navidad. Se han llevado numerosas cosas de gran valor, algo que no parece importar a nadie.

Además, los destrozos son innumerables en una infraestructura que nadie vigila para que conserve su brillo mientras se reanudan las obras.