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Imagen de la intervención./ LA VOZ
Sociedad

El balón intragástrico se consolida como la mejor opción contra la obesidad

RAFAEL HERRERO
MADRIDActualizado:

La técnica del balón intragástrico (BIG), un dispositivo que se introduce en el estómago sin cirugía y sin anestesia general en tratamiento ambulatorio, se consolida como la mejor opción para la pérdida de peso entre los niños y adultos con obesidad. Su probada eficacia se demuestra en que los resultados de pérdida de peso en pacientes tratados con BIG pueden llegar a ser hasta un 60% mejores que los de los pacientes sometidos a un tratamiento único de dieta.

Los estudios realizados evidencian, además, que el tratamiento resulta especialmente eficaz en casos de personas con comorbilidades médicas (como diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y dolor de piernas) y como tratamiento previo en casos de obesidad mórbida. El balón intragástrico, que se mantiene en el organismo seis o siete meses hasta su extracción endoscópica, se vislumbra ya como una herramienta esencial para hacer frente a la obesidad, la «epidemia del siglo XXI», en palabras del doctor Gontrand López-Nava, jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Madrid Sanchinarro López-Nava. «En España uno de cada dos adultos padece sobrepeso u obesidad y lideramos la obesidad infantil en Europa, lo que constituye un problema de salud tremendo», dijo el especialista.

Los estudios realizados muestran que en un tratamiento de pérdida de peso en el que se utiliza el BIG con la dieta, se consigue a los seis meses que se reduzca su exceso de peso en un 67%. Si se utiliza sólo la dieta, este porcentaje alcanza sólo el 20%. En conclusión, los pacientes obtienen un mayor beneficio si a la dieta se le suma la herramienta médica del balón, ya que consiguen perder un 47% de su exceso de peso.

A los cinco años, las diferencias decrecen, si bien continúan siendo más favorables para el BIG. Así, en un quinquenio la tasa de éxito del balón intragástrico es del 29% respecto al 11% de los que solo siguen una dieta alimenticia.