Los empleados de Opel en Alemania se ponen en huelga
El Gobierno alemán lamenta la decisión y exige la devolución de los 1.500 millones de euros de ayudas aportados para apoyar la frustrada operación
DETROIT Actualizado: GuardarLa decisión de la estadounidense General Motors de no vender su filial europea Opel a Magna y al banco ruso Sberbank ha creado conmoción en Alemania, donde el Gobierno se había implicado mucho en el proceso de venta. Además, el comité de empresa de Opel y el poderoso sindicato alemán IG Metall, que habían aceptado hacer los sacrificios requeridos por Magna, han convocado acciones de protesta en Europa.
Tras meses de duras negociaciones, el consejo de administración de General Motors, reunido ayer en Detroit, decidió cancelar la venta de Opel al productor de componentes austríaco canadiense Magna y sus socios el banco estatal ruso Sberbank e indirectamente a GAZ.
El flamante ministro alemán de Economía, el liberal Rainer Brüderle, califica de "inaceptable" la decisión de General Motors de suspender la venta de Opel a Magna y Sberbank. El Gobierno alemán lamenta la decisión y exige la devolución de los 1.500 millones de euros de ayudas aportados para apoyar la frustrada operación, lo que GM parece estar dispuesto a hacer.
Los trabajadores, en huelga
El comité de empresa de Opel en Alemania ha convocado para el jueves huelgas en las fábricas alemanas. La portavoz del sindicato IG Metall Simone Ebel-Schmidt ha afirmado que los 25.500 empleados de las cuatro fábricas de Opel en Alemania secundarán mañana la huelga a partir de 11.00. Los trabajadores de otras factorías de Opel en Europa se unirán a la acción de protesta el viernes y el próximo lunes, si bien todavía desconocía cómo se producirán los paros exactamente en cada país.
GM se declaró en quiebra a principios de verano y Washington tuvo que salir en su rescate con una ayuda de 50.000 millones de dólares. El nuevo consejero delegado de GM, Fritz Henderson, quería una rápida venta de la filial alemana pero el consejo de administración surgido tras la quiebra y capitaneado por Ed Whitacre puso trabas y ralentizó su adquisición por parte de Magna.
General Motors justificó su inesperada decisión en la "mejora del ambiente empresarial" en los últimos meses y "la importancia de Opel/Vauxhall en la estrategia global de GM". El plan de reestructuración de GM para Opel costará unos 3.000 millones de euros, "mucho menos que todas las ofertas remitidas". La Comisión Europea expresó su deseo de que este nuevo plan sea "sólido" y garantice "empleos duraderos", y dijo que verificará la compatibilidad de las ayudas que los Estados miembros de la Unión Europea pudieran conceder.