Una mejoría insuficiente
El Madrid muestra una imagen más positiva en San Siro, pero no le sirve para vencer. Con el empate, el Milan le gana el 'goal average' a los blancos
COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarEmpatar ante el Milan en San Siro nunca está mal, prueba de ello es que por algo el Madrid jamás ha ganado en este escenario, pero deja a los blancos con más opciones de acabar segundos de grupo, su cruz en los últimos años a la hora de los cruces. Los de Pellegrini fueron muy superiores en la primera mitad, quizá la mejor en este arranque de temporada, pero empeoraron después y temieron incluso por el empate ante un adversario muy mayor pero que sabe lo que se hace, tal y como demostró en el Bernabéu.
Como se preveía según lo entrenado, Pellegrini repitió por vez primera once. Los blancos salieron muy dispuestos. Lucharon, presionaron y tocaron mucho más rápido de lo habitual. Saben que ante este Milan envejecido hay que imponer un ritmo alto para ganar.
Los rossoneros se echaron hacia atrás y el Madrid aceptó gustoso el balón y el dominio. En su regreso al que fue su club entre 2003 y 2009, Kaká actuó con un plus de motivación extraordinario. Tocó mucho y bien, intentó penetrar por todas partes, y probó a Dida todo lo que pudo.
No lograba penetrar cerca de los dominios del portero brasileño, pero a base de lanzamientos lejanos el Madrid inquietaba. Sin embargo, la primera gran ocasión fue local. Seedorf buscó a Pato, éste recortó a Arbeloa y Casillas salvó un gol cantado. Como en Chamartín, los de Pellegrini se aprovecharon de otro error de Dida. No fue de tanta envergadura como el de la ida, cuando se enredó de mala manera con el balón golpeado por Granero, pero no supo atajar el chut de Kaká y permitió a Benzemá marcar.
Réplica lombarda
Todo se ponía a pedir de boca, pero el Madrid no cosió el partido. Permitió un ida y vuelta peligroso. Vinieron los problemas. Llegó el dudoso penalti por mano de Pepe y el empate de Ronaldinho. El árbitro alemán no debía tener la conciencia muy tranquila porque a continuación anuló un gol de Pato por una supuesta falta o mano en la disputa previa. Una acción que soliviantó a la grada de San Siro.
Los madrileños bajaron sus prestaciones en la reanudación. Cayeron en lo físico y se desordenaron. Dejaron crecer a un Milan más metido, más atrevido.
Al Madrid le faltaba el balón para llegar al área contraria y Pellegrini movió ficha. Prescindió de Higuaín y apostó por Raúl. El dominio se hizo alterno pero un par de despistes defensivos cercaron al recién entrado Inzaghi al gol. Menos mal que no acertó. La pena fue que luego Dida salvó un tiro de Raúl.