Francisco Javier Fernández seguirá ocupándose del desarrollo de Gecko tras la venta a Bardinet. / CRISTÓBAL
Jerez

El vodka que nació en el sur

Un jerezano crea un nuevo producto que ha revolucionado el mercado y que ahora le ha comprado por 12 millones de euros la empresa de Ron Negrita

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Tiene nombre de lagarto, pero suena a bebida rusa. No en vano, Gecko es un producto realizado a base de vodka y caramelo que apareció en el mercado a mediados de 2007 y que apenas dos años después supone un filón comercial imparable, así como una verdadera lección para las grandes compañías que han visto como una empresa familiar de Jerez ha encontrado la gallina de los huevos de oro que todos buscaban para dar oxígeno a sus portafolios.

Ni una multinacional, ni una gran bodega, ni un gurú de los destilados. El que supo dar con esta bebida que demandaba el consumidor es el jerezano Francisco Javier Fernández, que junto a su padre y su mujer montó hace ya 14 años una empresa de distribución de bebidas, Comercial FJ Licores, que le permitió conocer bien este sector y codearse con las grandes empresas, pero también ir tomando nota de por dónde iban los gustos de los clientes.

«Lo que la gente demandaba es un nuevo sabor», así cuenta el propio Fernández lo que le llevó a dar el paso de crear su propia bebida. Buscaba un producto con alta graduación del alcohol -llega a 30 grados- como demanda la clientela, pero con un gusto más agradable y que abriera más la horquilla de posibles consumidores. La respuesta: su vodka caramel.

Creó mezclas, hizo pruebas en los locales de ocio y por fin dio con la fórmula exacta del éxito que, como no podía ser de otra manera, es tan secreta como la de la Coca Cola. Y es que como ya hizo la marca del conocido refresco, Fernández supo encontrar un nuevo nicho de mercado sin explotar y empezó a tener unas ventas arrolladoras, lo que abrió la puerta a que un buen número de grandes bodegas del Marco de Jerez, espoleadas por sus cifras, decidieran imitarle y crear productos casi gemelos al suyo.

Hasta el diseño de la botella de los otros productos a base de vodka y caramelo -«pero sin nuestra fórmula, que no es fácil de copiar»- es parecido a la de aluminio en la que se presenta el original. «Las primeras botellas las diseñamos mi mujer y yo, y las vendimos en la Feria de 2007 a cuentagotas», recuerda el empresario. Hoy, dos años después, la previsión para 2009 es la de superar el millón de botellas vendidas.

Operación

Estas cifras ya han convertido al vodka Gecko y toda la gama de productos que lanzaron -la apuesta fue ambiciosa y muy arriesgada- en uno de los espirituosos de más crecimiento en España.

Por ese motivo, la empresa propietaria del Ron Negrita, la catalana Bardinet, cerró la semana pasada la compra de esta marca por 12 millones de euros que se repartirán Fernández y su socio Ramón Brunet, de Power Drinks, que le ayudó a desarrollar y producir esta bebida cuando en Jerez no encontró la complicidad necesaria.

A partir de ahora no sólo habrá Gecko en el sur de España -donde su éxito es abrumador-, ya que Bardinet quiere llevarlo al resto de la Península y a mercados exteriores como Portugal, Francia, Italia, EE UU y Latinoamérica. Y todo ello con un producto nacido en Jerez.