José Luis Rodríguez Zapatero, en una sesión parlamentaria. / EFE
ESPAÑA

El PP apuntala su ventaja sobre el PSOE en pleno descenso del Gobierno de ZapateroDesprestigio de la clase política

El partido de Rajoy habría ganado las elecciones en octubre con una diferencia de 3,3 puntos frente a los socialistas, según los datos del CIS El sondeo, realizado antes de que estallara la crisis de Caja Madrid, revela que el 'caso Gürtel' no ha hecho mella en el electorado popular

MADRID MADRID Actualizado: Guardar
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Nunca, en los últimos trece años, la valoración de la gestión un Gobierno central había sido tan baja como la del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. El último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), correspondiente al mes de octubre, certifica que el PSOE y su secretario general se encuentran en su peor momento. De haberse celebrado hace tres semanas unas elecciones generales tan sólo habrían llegado al 37,7% de los votos, el vaticinio menos esperanzador desde que el secretario general de los socialistas llegó a La Moncloa en 2004. El sondeo augura en cambio al PP su mejor marca con Mariano Rajoy como presidente: el 41% de los sufragios, que supone un aumento del respaldo del 2,1% respecto al barómetro del pasado mes de julio. Y ello a pesar del caso Gürtel, que no ha hecho mella en el electorado popular.

La encuesta no recoge el impacto que haya podido tener en la opinión pública la guerra abierta en el principal partido de la oposición hace unos días a cuenta de Caja Madrid. Se realizó varios días antes: entre el 7 y el 14 de octubre. Es decir, una semana y media después de que el Gobierno anunciara la subida de dos puntos en el IVA general, de que se abriera la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año y de que varios organismos internacionales, entre ellos el FMI, vaticinaran tiempos oscuros para la economía española. Pero justo, también, los días en los que se conoció el informe policial que apunta hacia la financiación ilegal del PP, cuanto Rajoy obligó a Francisco Camps a sacrificar a Juan Costa y cuando éste empezó su pulso con Génova.

El caso es que el golpe severo se lo lleva el Gobierno. Y no sólo porque baje en 1,3 puntos la intención de voto respecto a las previsiones que el mismo instituto sociológico realizó hace tres meses, ni porque haya batido su peor registro, coincidente, en enero de 2007, con el desgaste del Estatuto de Cataluña (38,8%). Es que además tiene pocos datos positivos a los que agarrarse. La falta de confianza en José Luis Rodríguez Zapatero asciende ya al 72,3%, en clara progresión desde que ganara los comicios hace año y medio (en enero fue del 64,5%; en abril del 65,9% y en julio del 67,8%). Y su gestión es mala o muy mala para el 46,6% de los encuestados.

El último Gobierno que obtuvo unos datos similares -hasta donde recoge la base de datos del CIS- fue el postrero de Felipe González, acuciado por otra crisis económica, los abultados datos del paro y los escándalos de corrupción. Así y todo, en enero de 1996, después de doce años al frente del país, el porcentaje de españoles que consideraba que aquel gabinete lo estaba haciendo mal o muy mal era del 42,2%. Ahora, el de los que tienen una opinión negativa del de Zapatero es cuatro puntos superior.

Vuelco

En un año, la percepción de la capacidad de el Ejecutivo socialista para hacer frente a los problemas de la economía española ha dado un vuelco. Cuando en octubre de 2008 el CIS preguntó quién lo haría mejor en las distintas áreas de Gobierno, el equipo de Zapatero obtuvo pleno. Aquello escoció a los populares, que siempre habían dado por bueno que los ciudadanos les tenían por mejores gestores económicos. Sobre esa creencia ha apuntalado Mariano Rajoy su estrategia de oposición. Ahora sí es cierta. El 34,1% de los consultados considera que el PP llevaría mejor las cuentas del país, frente a un 24,3% que cree en el Gobierno.

También son más los que consideran que la oposición sería más hábil con el empleo (un 27,6% frente a un 26,2), aunque en este terreno abundan los descreídos: el 31,4% dice que ni uno ni otro están capacitados. En todo lo demás, ganan l os hombres de Zapatero. Sólo hay un empate en inmigración, y eso que el 53,1% cree que la política del Gobierno en esta materia es mala o muy mala. ¿Lo mejor del Gobierno, según los ciudadanos? Las infraestructuras (el 34% dice que su labor en este terreno es buena o muy buena), la sanidad (39,2%) y los derechos de los ciudadanos (28,3%).

Lo cierto es que nada de eso ha servido para frenar a un PP que tardó mucho en rentabilizar la crisis -la primera vez que el CIS otorgó una victoria a los populares fue junio- pero que poco a poco ha ido ganando posiciones. El avance coincide en el tiempo con la aparición y desarrollo de la Gürtel, a partir del pasado abril. Eso no quita para que la calificación que los encuestados dan a la actuación política de la oposición sea muy negativa.

El 53,4% (algo más que hace tres meses) cree que es mala o muy mala y sólo el 10,9% (también algo más que en los estudios anteriores) la juzgan buena o muy buena. A eso hay que añadir que Mariano Rajoy sigue despertando la desconfianza de los españoles hasta unos límites hasta ahora desconocidos para un político en su puesto. Y va en aumento. Ahora ya ha superado la barrera del 80% en dos décimas.

Antes, cuando el CIS preguntaba a los ciudadanos cuáles eran, a su juicio, los principales problemas del país la lista resultaba poco variada. A la cabeza siempre han estado, según el momento, el paro, los problemas de índole económica, la inmigración, ETA, la vivienda... Ahora los españoles apuntan a un nuevo enemigo: «la clase política, los partidos políticos». En el último sondeo, ocupan el cuarto lugar del ranking, por delante del fenómeno terrorista.

El desencanto con los representantes públicos se llevaba percibiendo desde hacía tiempo en algunos otros datos demoscópicos como la desconfianza en los líderes de Gobierno y oposición. Pero en esta ocasión es aún más evidente. El 56,4% de los encuestados dice que la situación política de España es mala o muy mala. La cifra ha crecido en ocho puntos porcentuales desde el pasado junio.

Han quedado para el recuerdo, además, los tiempos en los que los dirigentes de los principales partidos políticos o los ministros obtenían aprobados. En el de octubre, Zapatero baja a un 4,1, mientras Rajoy logra salir, por primera vez en meses, del 3,5 para subir al 3,61. El primero de la clase también suspende: es el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba (4,7). Le siguen la de Defensa, Carme Chacón (4,73) y María Teresa Fernández de la Vega (4,63). La peor, Bibiana Aído, con un 3,38.

Quien, en cambio, parece capitalizar el resquemor en las formaciones tradicionales es el partido Unión Progreso y Democracia, que se presentó por primera vez a las generales en 2008, y su presidenta, Rosa Díez. Ella ocupa ya el segundo puesto en la lista de líderes políticos, por detrás de Zapatero, con un 4,08. La expectativa de voto de UPyD está en el 3,7%, lo mismo que la de CiU, y más del doble de lo que obtuvo efectivamente en las legislativas del pasado año.