El espíritu cervantino en Francisco Ayala
Fue distinguido con los Premios Cervantes, en 1991, y Príncipe de Asturias de las Letras, en 1998
MADRIDActualizado:Francisco Ayala, fallecido hoy en Madrid a los 103 años, era ensayista, novelista, crítico literario y sociólogo español. Fue distinguido con los Premios Cervantes (1991) y Príncipe de Asturias de las Letras (1998), entre otros. En su narrativa, caracterizada por el escepticismo, la reflexión de la condición humana y el realismo crítico, late el espíritu cervantino y del Siglo de Oro.
Este patriarca de las letras españolas, nacido el 16 de marzo de 1906 en la ciudad de Granada, recibió el día de su 103 cumpleaños un homenaje de la Biblioteca Nacional, presidido por el ministro de Cultura y amigo suyo, César Antonio Molina, en el que Ayala reconoció sentirse "avergonzado" al "oír palabras tan elogiosas y exageradas" respecto a su persona, pues durante toda la vida se ha limitado a "cumplir" con su "deber". En el mismo acto le fue entregada la reedición de su novela corta Glorioso triunfo del príncipe Arjuna (1980), que incorpora ilustraciones del pintor paisano suyo Juan Vida, y se destacó el "rotundo compromiso ético con el mundo y con su tiempo", que le ha tenido ocupado durante décadas.
La obra de Ayala es fruto del "secreto de su envidiable vitalidad", nunca revelado, y alimentado por leyendas de si es el whisky o la miel (que toma tres veces al día) la medicina milagrosa de su lúcida longevidad. El autor de La cabeza del cordero (1949), Los usurpadores (1949), Historia de macacos (1955), Muertes de perro (1958), El fondo del vaso (1962), Diablo mundo (1964) y de los Jardines 'de las delicias (1971) y de 'las malicias' (1988) tiene una producción literaria de más de cincuenta libros que abarca la novela, el cuento, el ensayo y la crítica literaria.
Doctor en Derecho y Filosofía y Letras por la Universidad Central (posteriormente Complutense) de Madrid, en 1929 amplió en Alemania sus conocimientos de Filosofía, Política y Sociología. En enero de 1935 obtuvo la cátedra de Derecho Político de la Universidad tinerfeña de La Laguna y al año siguiente, se incorporó como Letrado de las Cortes. Influido por el vanguardismo de los años 20, publicó su primer libro con 19 años de edad: la novela Tragicomedia de un hombre sin espíritu (1925), a la que siguieron Historia de un amanecer (novela) en 1926 y los relatos El boxeador y un ángel (1929) y Cazador en el alba (1930).
Exilio argentino
Tras la guerra civil española, Ayala se exilió hasta 1950 en Buenos Aires (Argentina), donde impartió Derecho y Sociología y fundó la revista "Realidad". En 1950 se trasladó a Puerto Rico, invitado por su Universidad, en la que reorganizó los estudios de Ciencias Sociales y fundó la revista "La Torre". De Puerto Rico pasó a EEUU, donde vivió hasta 1960 y ejerció la docencia en el Brooklyn College de Nueva York y la Universidad de Chicago, entre otros centros.
En 1960 regresó a España, aunque alternó estancias en EEUU, donde le fue concedido el título de Doctor en Literatura por la Universidad Northwestern de Illinois en 1977. En diciembre de 1983 fue elegido académico de la Lengua e ingresó en esta Academia el 25 de noviembre de 1984, con el discurso "La retórica del periodismo", para ocupar la vacante del gramático Salvador Fernández Ramírez (sillón "Z"). Ayala recibió en 1991 el Premio Cervantes y en 1998, el Premio Príncipe de Asturias. En ese mismo año (1998), se constituyó en Granada la Fundación Francisco Ayala, a que el escritor ha donado un importante legado documental y bibliográfico, y que fue inaugurada años más tarde, en marzo de 2007.
Con motivo de su centenario, en 2006, esta Fundación y el Ministerio de Cultura organizaron varios actos. Nombrado presidente del Patronato de la Biblioteca Nacional el 23 de junio de 2005, el célebre escritor había sido objeto de homenajes por parte de organismos como el Ministerio de Cultura en la Biblioteca Nacional (1990 y 2009), Círculo de Bellas Artes de Madrid (2001), Asociación de Prensa de Madrid (2002), Real Academia Española de la Lengua (2007), el Instituto Cervantes de Nueva York (2007) o el Hay Festival Alhambra de literatura (2008).
Condolencias en Facebook
En 2007, en memoria de su labor pionera como uno de los grandes analistas euroamericanos de la comunicación audiovisual, nació el Premio Internacional de Comunicación Audiovisual Francisco Ayala. Ese mismo año, el escritor inauguró la "Caja de las Letras" en la antigua cámara acorazada de la sede central del Instituto Cervantes, donde depositó un legado secreto y una carta manuscrita, que podrá conocerse dentro de 50 años, en 2057. En octubre de 2007 presentó los seis volúmenes de su revista del exilio "Realidad" y en 2009, en el aniversario de sus 103 años, declaró, emocionado, que agradecía tanta "generosidad" y "cariño", aunque reconoció estar un tanto "avergonzado" al "oír palabras tan elogiosas y exageradas" respecto a su persona, pues durante toda la vida se ha limitado a "cumplir" con su "deber". El mes pasado, la Revista de Occidente publicó nueve cartas inéditas del novelista a la escritora argentina Victoria Ocampo, en las que se refleja la buena amistad entre ambos autores.
Su avanzada edad no impidió al escritor, un hombre moderno que manejaba Internet y tenía en Facebook más de 700 admiradores, desarrollar un ritmo intenso de actividad literaria y pública. De hecho, minutos después de conocerse la noticia de su muerte las condolencias han empezado a llegar a su perfil. Las palabras más repetidas son "maestro" y "gracias".
Estaba casado con la catedrática de la Universidad de Nueva York Caroline Richmond, experta en su obra, y tenía una hija.