«Se acaba todo un mundo»
El escritor Francisco Ayala muere en Madrid a los 103 años
MADRIDActualizado:José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno: "La cultura se ha quedado huérfana con la muerte de Francisco Ayala, una persona muy querida que nos ha regalado 103 maravillosos años de magisterio y sabiduría". En un telegrama enviado a la viuda del escritor, Carolyn Richmond, asegura que Ayala ha sido "la mirada lúcida de un país que no se resignó a enterrar sus mejores logros, incluso cuando la Historia fue adversa". "Allá donde estuvo supo sembrar la semilla y el deseo de libertad y justicia, a través de su fecunda obra literaria y de su compromiso democrático con la Educación dentro y fuera de las aulas". "Ahora, más que nunca si cabe, nuestra obligación es estar a la altura de su memoria".
Ángeles González Sinde, ministra de Cultura: "Ayala era una persona excepcional, que ha hecho un recorrido amplísimo por la Historia de España y nos ha aportado una visión de nuestro siglo que es importantísima". "No somos conscientes de las dificultades que una persona nacida hace un siglo tenía para poder dedicarse a las artes". "Con la Guerra Civil sufrió una ruptura de la manera de concebir la cultura".
Carmen Caffarel, directora del Instituto Cervantes: "Se cierra la gran literatura española del siglo XX". "Ayala amó la vida pese al desesperanzado exilio y las ingratitudes, repartió generosidad por dos continentes y el fue el intelectual modélico en el que se reconoce lo mejor de nuestra cultura".
La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha manifestado su profundo pesar por el fallecimiento del intelectual, socio número 41.313 de la entidad. En los últimos años, la SGAE había presentado a la Academia Sueca su candidatura al Premio Nobel de Literatura, al considerar que el escritor granadino reunía todos los requisitos para alzarse con el mayor galardón de las Letras.
Luis García Montero, poeta y biógrafo de Ayala: "Se acaba todo un mundo": el de la Generación del 27 y el de la cultura de la República y del exilio como "máximo exponente". "Ha tenido una vida muy larga y muy aprovechada. El cuerpo le fallaba desde la bronquitis que padeció en verano, pero se ha conservado lúcido hasta el último momento. Él mismo decía que estaba asistiendo a su propia posterioridad, con ese sentido del humor que le caracterizaba". "Lo hizo todo con mucha dignidad y con mucha lucidez".
Gustavo Martín Garzo, escritor: "Fue una persona de una lucidez admirable, afable e inteligente, y representó lo mejor de nuestra cultura: la tolerancia, la generosidad y la pasión". Pese al exilio, "siguió muy vinculado a España, a su cultura, y tanto en sus relatos y ensayos nuestro país está presente de una manera muy honda, a través de una mirada crítica pero llena de emoción y verdad", ha matizado el escritor vallisoletano.