Los talibanes piden un rescate por un avión espía español capturado

«Los españoles me llamaron hace veinte días y me pidieron que les ayudara a conseguir que los talibanes devolvieran un pequeño avión, del tamaño de un generador eléctrico, que habían perdido cerca de Loudin, en una zona situada a unos cinco kilómetros de aquí». El elder (anciano líder tribal) de Sangha Tesh, Rahim-e-Dad, recibió este encargo por parte del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT por sus siglas en inglés), que lidera España en Qala-i-Nao, y se puso manos a la obra. Por medio de sus contactos con los líderes de Muqur logró llegar hasta el mulá Abdul Mannan, a quien las fuerzas de seguridad afganas apuntan como el actual poseedor de la aeronave. Este periódico ha logrado contactar con el hermano de este cabecilla insurgente, que ha confirmado por vía telefónica que tiennen «el aparato español». Apenas hubo pronunciado estas palabras cortó la comunicación «por problemas de seguridad».

España perdió el contacto con el mini UAV Raven en el transcurso de una patrulla el mes pasado en el distrito de Muqur, al norte de Qala-i-Nao, y desde entonces intenta recuperar los restos del aparato usado para la exploración anticipada de rutas peligrosas. Las fuerzas españolas destacadas en Afganistán ni confirman ni desmienten la captura del mini UAV Raven, pero mantienen de forma rotunda que «España no negocia con los insurgentes». Más que avión espía, los expertos lo califican de «táctico», porque no realiza operaciones de inteligencia.

«Al principio dijeron que no lo tenían, luego que no querían devolverlo, pero finalmente me hicieron llegar un precio por el que estarían dispuestos a entregarlo, diez mil dólares (unos 6.800 euros al cambio)», detalla el 'arbab' (jefe local) de Sangha Tesh que trasladó esta petición a los españoles. «Me dijeron que esos restos no valían más de dos mil dólares (unos 1.300 euros)», asegura Rahim-e-Dad, que hizo llegar la postura española a los líderes de Muqur. Según el líder de Sangha Tesh, de momento no hay respuesta de la insurgencia y España tampoco ha intentado establecer nuevos contactos.