Obscenidad gubernamental
Actualizado: GuardarLa dimisión del vicepresidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Pedro Gordillo, por «motivos de índole personal», fue precedida ayer por informaciones que situaban la causa de tan sorprendente cese en el hecho de que pudieran haber transcendido imágenes que documentarían requerimientos de contenido sexual captadas en su despacho oficial. La falta de más explicaciones por parte del dimisionario Gordillo y la evasiva actitud mostrada por el presidente ceutí, Juan Jesús Vivas, tienden a avalar dicho supuesto que, de confirmarse, volvería a ofrecer una nota pésima respecto a la proclividad de un cargo público por dejar patente la llamada «erótica del poder» de una manera tan denostable.