Llamamiento episcopal

Las mesas de gobierno de cada una de las cuarenta y una hermandades y cofradías de Jerez y la Campiña llenaron ayer el Auditorio Juan Pablo II, del Obispado, en respuesta a la convocatoria de la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías que presidió Monseñor José Mazuelos, el obispo diocesano. El primer objetivo del encuentro consistió en que el pastor diocesano, con apenas unos meses en la responsabilidad, conociera mejor a los máximos dirigentes de estas corporaciones penitenciales, sacramentales y de gloria. Su mensaje a los cofrades estuvo cargado de demostraciones de su conocimiento de un mundo que aprecia desde su devoción personal, desde el hábito nazareno vestido en su Osuna natal, desde su juvenil pertenencia a cuadrillas de costaleros, como director espiritual en Sevilla y, ahora, desde su pastoreo episcopal.

Valoró el gran papel que tienen en la sociedad y en la Iglesia, las felicitó por su labor caritativa o por su defensa de la vida. Pero no faltaron llamadas de atención a la formación para «no reducirlo todo al sentimentalismo», a la eclesialidad porque «no somos Iglesia paralela», a la comunión por la vía del reconocimiento de las normas («el famoso librito verde») y a la transparencia en el registro de los inventarios porque «todos tenemos los genes de Adán». La Delegación hizo entrega de un modelo de inventario para ayudar a las cofradías así como de los estatutos de este órgano diocesano.