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España y Francia empatan en la fiesta del balonmano madrileño

Sterbick sobresalió en su debut con la camisola roja (23-23)

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La selección española de balonmano puso el broche de oro a la denominada 'Semana Internacional del Balonmano' al empatar (23-23) con el mejor combinado del momento, Francia, en un encuentro amistoso celebrado en el Palacio de los Deportes de Madrid, y que sirvió de preparación para el próximo Europeo de Austria, que dará comienzo el 19 de enero del 2010.

Con los parapetos defensivos de ambas selecciones, entre los que sobresalían la figura del portero del BM Ciudad Real Arpard Sterbick -el mejor de la jornada al servir de muro al ataque francés-, el bloque local pudo mantener las distancias pese a contar con dos inferioridades numéricas tras las exclusiones de Iker Romero y Carlos Prieto, lo que les permitió marchar al descanso con una mínima ventaja (13-12).

Ya en la segunda mitad el guión se mantuvo parejo. Con la seguridad de Sterbick bajo los palos -cuestionó con sus intervenciones el galardón de mejor portero del mundo al propio Omeyer-, un parcial de 2-0 de los de Valero Rivera les desmarcó del luminoso, en buena medida por las acciones de la dupla blaugrana compuesta por Ugalde y por Victor Tomás, que desbordaron desde los extremos con cinco y tres tantos, respectivamente.

Sterbik, protagonista

Con la ventaja parcial de la 'roja' mediado el segundo acto, y con la inactividad de un descafeinado Luc Abaló, que no llegó a abrir puerta hasta el último minuto, y de un Nikola Karabatic que no disfrutó de espacios, sobresalió el antebrazo de Daniel Nacisse, que hizo acopio de su poderío físico y de sus altos vuelos para poner por delante a Francia (18-19) con seis dianas.

Con los españoles disfrutando de constantes rotaciones -no se quedó ninguno sin pisar el parqué-, y con los galos con sus principales figuras sin apenas respiro, el director de la orquesta roja, Chema Rodríguez, llegó a conectar con Julen Aguinagalde para que abriera por partida triple el arco de Dumoulin, que pareció menos imponente que su homólogo Omeyer.

Así marchó con una mínima superioridad (23-22) la selección española en el último minuto, hasta que un último ataque de los de Onesta en los último diez segundos firmó unas 'tablas' justas de un lance en el que la fiesta estaba en la grada, dado que el público madrileño volvió a ser testigo cuatro años después -en el 2005 se reunieron en un partido benéfico por la catástrofe del tsunami que asoló el sureste asiático- de un encuentro entre dos de los mejores conjuntos del balonmano internacional.

De este modo, ambos cuadros volverán a medirse en tierras austriacas a principios del próximo año en el Campeonato de Europa a partir del 19 de enero, en el que además tendrán como rivales a la República Checa y a Hungría, ambos englobados en la primera fase del certamen continental.