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El Valencia acaba con la imbatibilidad baskonista

Con un juego aguerrido y trabajado, el equipo valenciano supo aguantar en defensa los envites del conjunto vasco (81-74)

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El choque empezó intenso y vibrante. El duelo interior entre Perovic y Splitter fue en los primeros minutos el eje del choque pero en este primer asalto quedó en tablas y fue Pietrus quien marcó las primeras diferencias. El francés secó en defensa a San Emeterio, cerró el rebote y aportó puntos en ataque (21-14, m.9).

Dusko Ivanovic buscó soluciones en el banquillo y las encontró. Brad Oleson condicionó con sus tiros abiertos la defensa local y Marcelinho se fue haciendo poco a poco el dueño del ritmo del encuentro (23-28, m.14).

Pero el Valencia no se acobardó. Los jóvenes Simeón y Avramov le dieron oxígeno al equipo, el poderío defensivo de Lishchuk le permitió volver a cerrar su aro y los puntos de Rafa Martínez le permitieron llegar al descanso con sus opciones intactas y con su afición muy metida en el encuentro (34-36, m.20).

El paso por el vestuario volvió a subir las revoluciones del encuentro. El Caja Laboral aceleró el ritmo, afinó su puntería desde la línea de triples y poco a poco San Emeterio y Splitter fueron aumentando su aportación anotadora. Pero Spahija reaccionó. El regreso de Perovic se combinó con el talento ofensivo de Nando De Colo y con una mejor defensa y rápidamente los locales recuperaron el paso (59-59, m. 31)

Viendo peligrar el choque, Ivanovic devolvió a Splitter a la pista y el brasileño estuvo a punto de desequilibrar el choque, pero tres faltas personales casi consecutivas le devolvieron al banquillo y el Valencia, contagiado del ímpetu de Simeón, le dio la vuelta al choque (67-63, m 36).

Con la Fonteta empujando y el Caja Laboral sin norte, un triple de Lishchuk, tras conseguir él mismo un rebote de ataque, puso al equipo vasco contra las cuerdas (71-65, m 38) y los de Ivanovic ya no se pudieron recuperar.

Las defensas de ambos equipos se endurecieron en los últimos dos minutos hasta multiplicar las visitas a la línea de tiros libres, pero la seguridad de los locales hizo que en ese intercambio de golpes se llevaran el choque y que, con un triple de De Colo, infligieran la primera derrota al equipo alavés.